La seguridad en los bares del centro sigue siendo un tema candente en la Ciudad de México. El pasado 20 de junio, el jefe de Gobierno, Martí Batres, convocó a una reunión con los dueños de estos establecimientos para discutir temas cruciales como los límites de cupo, la distribución de bebidas alcohólicas a menores y las medidas de protección civil. Sin embargo, los propietarios de estos bares no asistieron, lo que ha generado preocupación entre las autoridades y la ciudadanía.
Martí Batres enfatizó que la falta de asistencia de los dueños de bares no detendrá los operativos de distintas dependencias del Gobierno de la Ciudad de México. “Hay un equipo que hace esta labor y sabe bien qué días y qué horarios, de tal forma que el operativo no sea cuando está lleno el establecimiento”, afirmó el mandatario.
Las preocupaciones de las autoridades son claras: sobrecupo de personas, distribución de alcohol a menores y facilitación de sustancias ilegales. Batres explicó que la situación se agrava debido al fin de los cursos de bachillerato, lo que provoca una afluencia masiva de jóvenes a estos establecimientos. “Esta es una coyuntura especial porque terminan los cursos de bachillerato y entonces salen muchos jóvenes y hay lugares donde los convocan masivamente sin control, sin responsabilidad alguna y obviamente ahí corren riesgo”, subrayó.
El mandatario también señaló que, aunque los dueños de los bares en Avenida Juárez son los más reacios a dialogar, el Gobierno ha extendido la convocatoria a todos los propietarios de estos establecimientos. “Lugares muy diferentes con características también muy distintas”, dijo Batres, resaltando la diversidad y complejidad de los negocios involucrados.
El primer nivel de atención para la revisión de estos comercios se encuentra en las alcaldías, que deben verificar los Programas de Protección Civil de los establecimientos. “No se puede admitir que en un lugar reducido haya mil, 2 mil jóvenes, corre riesgo su integridad física, hasta su vida”, puntualizó Batres, recordando incidentes recientes como el del 14 de junio.
En esa fecha, autoridades desalojaron a unos 500 menores de edad que ingerían bebidas alcohólicas en “El Perro Salado”, un bar clandestino y con sobrecupo en la colonia Tránsito, alcaldía Cuauhtémoc. En el operativo participaron personal del DIF, la SGIRPC, Sibiso, SSC y la Autoridad del Centro Histórico.
Asimismo, el 7 de junio, miles de jóvenes fueron desalojados de un bar en la Plaza Madero, en el corredor peatonal de Madero, que operaba con una asistencia tres veces superior a su capacidad y vendía alcohol a menores. Ocho adolescentes resultaron intoxicados por alcohol en ese incidente.
La falta de participación de los dueños de bares en estas reuniones de seguridad demuestra una falta de compromiso con la protección de sus clientes y con el cumplimiento de las normativas. Las autoridades capitalinas seguirán realizando operativos y aplicando sanciones necesarias para garantizar la seguridad en estos espacios. La invitación al diálogo sigue abierta, y es imperativo que los propietarios colaboren para evitar tragedias y asegurar un ambiente seguro para todos.