El clima de violencia en la Ciudad de México ha vuelto a ser objeto de preocupación tras los recientes ataques sufridos por la diputada suplente y activista Diana Sánchez Barrios y la abogada penalista Oralia Pérez Garduño. El jueves 17 de octubre, ambas mujeres fueron víctimas de agresiones en un contexto que resalta la creciente inseguridad en la capital.
Los diputados del Partido Acción Nacional (PAN) condenaron los hechos y exigieron una mayor protección para los ciudadanos. Federico Döring, un miembro del partido, expresó su solidaridad con Sánchez Barrios y la familia de la abogada asesinada, quien perdió la vida en la colonia Roma Sur. “Esta dolorosa realidad es el verdadero rostro de la inseguridad en la Ciudad de México, que afecta a todos los capitalinos”, agregó Ernesto Sánchez Rodríguez, subrayando la necesidad urgente de erradicar la violencia.
El ataque a Oralia Pérez, quien fue asesinada en su camioneta entre Viaducto y Avenida Cuauhtémoc, no es un hecho aislado. La abogada había denunciado amenazas provenientes de un mando de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ CDMX). En 2023, durante una complicada relación personal con Alfredo N., quien era su pareja y a la vez Jefe de Grupo en la FGJ, Oralia había expresado su temor por su vida y la de su bebé, alegando que este la había amenazado con un arma de fuego en una discusión.
La denuncia presentada por Oralia incluye serias acusaciones sobre conductas inapropiadas de Alfredo N., quien, a pesar de no contar con autorización para portar armas, hizo uso de una durante su interacción con la abogada. A esto se suma la información revelada por el periodista Carlos Jiménez, que indica que, en marzo de 2024, otra mujer, identificada como esposa de un agente de la Fiscalía, le advirtió a Oralia que sería asesinada si no abandonaba ciertos casos.
En el contexto de esta crisis, la Policía de Investigación de la FGJ CDMX está llevando a cabo la investigación de ambos ataques y explorando múltiples líneas de indagación. Las autoridades subrayan que el caso de Oralia Pérez es particularmente complicado, considerando su conexión con la Fiscalía y el entorno en el que trabajó durante casi una década.
El ataque a Diana Sánchez Barrios y el asesinato de Oralia Pérez son un llamado a la acción para mejorar las condiciones de seguridad en la Ciudad de México. Es fundamental que se tomen medidas efectivas para proteger a quienes defienden los derechos humanos y la justicia, y que se garantice que las denuncias de amenazas sean tomadas en serio para evitar más tragedias en el futuro.