La detención de Horacio Félix Loaiza, alias “El H”,en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, se ha convertido en uno de los golpes más recientes y significativos contra la estructura criminal conocida como “Los Chapitos”, una de las facciones del Cártel de Sinaloa que ha cobrado fuerte relevancia en los últimos años.
Autoridades del Gabinete de Seguridad —integrado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional (GN), la Secretaría de Marina (Semar), la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC)—, anunciaron la captura de este presunto operador financiero y logístico junto con otros cuatro sujetos, en el marco de un operativo de inteligencia y seguimiento que se intensificó tras la detención de su hermano, “Omar Félix Loaiza, alias “El Pelón”, el 14 de noviembre pasado.
La detención de Horacio, de 39 años de edad, se produjo tras varios días de seguimiento a posibles domicilios y rutas de movilidad empleadas por el grupo criminal. “El H” era considerado una pieza clave en la red de distribución y operaciones financieras de “Los Chapitos”, particularmente en la gestión del pago de nóminas a sicarios, personal de seguridad y operadores logísticos en Culiacán y algunas zonas de Sonora.
De acuerdo con fuentes federales consultadas, este individuo utilizaba los mismos escondites y puntos de resguardo que su hermano Omar, lo que permitió ubicarlo con mayor facilidad al estrechar el cerco de vigilancia sobre las propiedades previamente identificadas por las autoridades.
Operativo cuidadosamente planeado
De acuerdo con reportes oficiales, el operativo se desarrolló a primeras horas del día en la calle José María Morelos Norte, una zona urbana de Culiacán, donde se detectó la presencia de cinco hombres aparentemente armados. Al notar la presencia de las fuerzas de seguridad, estos sujetos —entre quienes se encontraba Horacio Félix Loaiza— intentaron darse a la fuga e ingresaron a un hotel en un intento por evadir la detención.
Sin embargo, la pronta reacción de los elementos federales permitió su aseguramiento sin que se desatara un enfrentamiento armado mayor, evitando así poner en riesgo a la ciudadanía que transitaba por la zona.
Entre los detenidos, además de “El H”, se encuentran:
- Luis Galardón Vidaña Zavala, de 33 años
- Jesús Fernando Ramos Cervantes, de 34 años
- José Guadalupe Peinado Fabela, de 39 años
- Francisco Javier Cuadras Cazares, de 37 años
A todos ellos se les decomisó un arsenal que incluía tres armas largas —una de ellas un Barrett calibre .50—, un arma corta con 13 cartuchos útiles, más de 200 cartuchos de diversos calibres y aproximadamente 250 gramos de pastillas de fentanilo. Este decomiso pone en evidencia la escalada y diversificación de las actividades criminales que se atribuyen a “Los Chapitos”, quienes han sido señalados por producir y comercializar fentanilo rumbo a Estados Unidos, una droga sintética altamente adictiva y letal que ha agudizado la crisis de salud pública en el país vecino.
Rol de “El H” en la estructura criminal
Según las líneas de investigación desarrolladas por las fuerzas federales, Horacio Félix Loaiza no era un simple lugarteniente. Sus funciones dentro de la facción criminal abarcaban desde el manejo de nóminas hasta la supervisión de operaciones de trasiego de drogas, migrantes y armas hacia la frontera con Estados Unidos. Se sabe que “El Pelón”, su hermano, había delegado en él ciertas funciones clave para mantener el flujo de dinero y producto ilícito que alimenta las redes del crimen organizado en el noroeste del país.
La información recabada por el Gabinete de Seguridad indica que la captura de Horacio no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia más amplia para desmantelar las células operativas de “Los Chapitos”. Estas células han mantenido una ofensiva interna contra la facción rival conocida como “Los Mayos”, incrementando la tensión y la violencia en la región.
El arresto de “El H” se suma a la detención de su hermano, “El Pelón”, el pasado 14 de noviembre, cuando las fuerzas federales lograron neutralizar a uno de los principales generadores de violencia en Sinaloa, considerado responsable de coordinar la campaña de agresiones y hostilidades entre las facciones del cártel.
Reacciones de las autoridades y la sociedad
Tras la detención, el General Alfonso Olivares, portavoz de la Sedena en la región, destacó el trabajo de inteligencia conjunta y la cooperación de las distintas instituciones de seguridad: “Este es un ejemplo claro de que la coordinación interinstitucional da resultados concretos. Hemos logrado desarticular una célula operativa clave para la distribución de fentanilo y otros estupefacientes que impactan directamente en la salud pública y la seguridad de nuestro país. Continuaremos con estas acciones de manera sostenida”.
Por su parte, voceros de la FGR señalaron que se continuará con la integración de la carpeta de investigación, recopilando testimonios, evidencia digital, financiera y pericial. El objetivo es no sólo procesar legalmente a los detenidos, sino también identificar a otros miembros activos de la red criminal, así como detectar las rutas de trasiego y las estructuras financieras que sostienen a estas organizaciones.
En redes sociales, ciudadanos de Culiacán y otras partes de Sinaloa reaccionaron con una mezcla de alivio y escepticismo. Algunos usuarios, como @MaríaG_Sinaloa, comentaron: “Otra detención importante, ojalá que esta vez sirva para que disminuya la violencia en nuestras colonias. Ya basta de vivir con miedo”. Otros, más incrédulos, expresaron dudas sobre la capacidad del Estado para mantener control en el largo plazo. “Detienen a unos, pero siguen saliendo más, el problema es que no se ataca la raíz del narco”, señaló el usuario @LuisR_1985.
Organizaciones de la sociedad civil, como el Centro de Estudios para la Paz y la Justicia Social, han pedido que estas detenciones se complementen con políticas de prevención, programas de atención a las adicciones y un fortalecimiento del tejido social. “La captura de estos operadores es una buena noticia a nivel inmediato, pero se requiere un cambio estructural para desincentivar el reclutamiento de jóvenes en las filas del crimen organizado”, señaló en un comunicado la directora del organismo, la socióloga Leticia Ramírez.
Pugna interna y el tráfico de fentanilo
La caída de Horacio Félix Loaiza ocurre en medio de una escalada de violencia que se ha vivido en Sinaloa y otras entidades, a raíz de las disputas internas en el Cártel de Sinaloa. “Los Chapitos” —vinculados a los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán— han librado una contienda interna con “Los Mayos”, la facción cercana a Ismael “El Mayo” Zambada. Estas pugnas han derivado en secuestros, extorsiones, levantamientos y enfrentamientos armados, poniendo en jaque a las comunidades que se encuentran en medio del fuego cruzado.
A la par, el fentanilo se ha convertido en una de las drogas más rentables para los cárteles mexicanos, dada su alta potencia, su bajo costo de producción y la enorme demanda en el mercado estadounidense. Su tráfico se ha sofisticado, generando mayores ingresos, pero también incrementando la presión de las autoridades norteamericanas sobre las mexicanas para frenar el flujo de esta sustancia mortal.
La detención de “El H” refleja, según expertos en seguridad, la intención de las autoridades mexicanas de enviar un mensaje claro a los grupos delictivos: la persecución de sus líderes y operadores no cesará. Por el contrario, se busca debilitar las estructuras económicas y logísticas que permiten su acción criminal. No obstante, la historia reciente del país muestra que la sola captura de cabecillas no siempre es suficiente para contener la violencia, pues el crimen organizado tiende a reacomodarse y generar nuevos liderazgos.
En cuanto al proceso legal, los cinco detenidos fueron informados de sus derechos y presentados ante el agente del Ministerio Público correspondiente. La FGR integrará la carpeta de investigación con las pruebas recabadas en el lugar de su detención —armas, cartuchos, drogas, testimonios y material audiovisual— para sustentar las acusaciones que se les imputen.
De comprobarse su responsabilidad en delitos como delincuencia organizada, tráfico de drogas, posesión de armas de uso exclusivo del Ejército y otros ilícitos conexos, “El H” y sus compañeros podrían enfrentar largas penas de prisión, así como el aseguramiento de bienes y cuentas vinculadas a su actividad criminal.
La postura de las autoridades es firme: el objetivo es debilitar los circuitos de financiamiento de estas organizaciones, impedir que sigan sosteniéndose con recursos ilícitos y poner un alto a la producción de fentanilo que ha generado una ola de sobredosis en Estados Unidos, una problemática que ya trasciende fronteras y afecta las relaciones internacionales.