21 noviembre, 2024

 

En la alcaldía Gustavo A. Madero, la preocupación por el robo de combustible ha vuelto a ser noticia, ya que se detectaron cinco nuevos puntos en los que delincuentes intentaron realizar tomas clandestinas de turbosina. Estos intentos se suman a las tres tomas ilegales que fueron aseguradas en junio pasado en las colonias Cuchilla del Tesoro, CTM Aragón y Narciso Bassols.

 

La situación resalta la persistencia de estas actividades delictivas en la Ciudad de México, poniendo en riesgo la seguridad de la población y la integridad de la infraestructura energética.

 

Myriam Urzúa, titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), acudió a la zona afectada el lunes para supervisar las acciones de las autoridades capitalinas y federales. Urzúa explicó que los cinco puntos vandalizados fueron localizados en inmuebles donde los delincuentes intentaron, sin éxito, perforar el ducto de turbosina de Pemex. “Fueron cinco lugares donde se encontró vandalización, donde querían también hacer tomas clandestinas, pero que no pudieron o tuvieron algún problema, dejándolos con fugas”, detalló la funcionaria.

 

 

Los operativos de inspección y aseguramiento en estos puntos han sido coordinados entre la SGIRPC y la Fiscalía General de la República (FGR). De acuerdo con fuentes de la FGR, cuatro de los puntos vandalizados se encontraron dentro de predios que habían sido rentados por los presuntos delincuentes, una táctica que parece haberse repetido en los casos anteriores. Hasta el momento, no se han reportado detenciones relacionadas con estas actividades ilícitas, lo que aumenta la incertidumbre sobre la capacidad de las autoridades para frenar el robo de combustible en la capital.

 

Las autoridades capitalinas y federales continúan realizando estudios para evaluar el nivel de contaminación y riesgo en las áreas afectadas. Este tipo de delitos no solo representan una amenaza para la seguridad pública, sino que también ponen en peligro el medio ambiente debido a las posibles fugas de turbosina que pueden contaminar el suelo y las fuentes de agua.