19 septiembre, 2024

 

Contadero, una de las zonas residenciales de Cuajimalpa, enfrenta una crisis de deslaves que ha generado gran preocupación entre sus habitantes, eventos provocados por las intensas lluvias registradas en la Ciudad de México; situación que ha llevado a los vecinos a exigir una intervención más efectiva por parte de las autoridades de la alcaldía para evitar mayores daños a sus viviendas y garantizar su seguridad.

 

El sábado pasado, un deslave arrasó con la guarnición de la banqueta en la calle Prolongación 16 de Septiembre y destruyó la malla ciclónica que separa la calle de la carretera libre a Toluca, en dirección a la Ciudad de México. El domingo, la situación empeoró cuando otro tramo importante de la calle se deslavó, llevándose consigo parte del pavimento y de la guarnición, lo que dejó la vía en un estado crítico con grietas significativas.

 

La preocupación de los residentes no es infundada, de hecho la circulación vehicular en la zona tuvo que ser cerrada debido al riesgo que representaba el deterioro del pavimento. A pesar de esto, la respuesta inicial de la alcaldía fue insuficiente, pues señalan que una cuadrilla acudió al lugar, pero su intervención se limitó a rellenar grietas con chapopote, sin abordar las causas subyacentes de los deslaves ni la fuga de agua causada por una tubería rota.

 

 

Los residentes señalaron que el problema de los deslaves no es nuevo. En 2011, se presentó el primer deslave significativo en la misma área, frente al número 431 de la calle mencionada y que a pesar de las quejas, las autoridades solo realizaron trabajos superficiales. En 2020, el problema se repitió, lo que llevó a la sustitución parcial del drenaje antiguo, pero las mejoras fueron insuficientes para evitar el problema recurrente.

 

El sábado y el domingo recientes, los vecinos hicieron un llamado a las autoridades, pero recibieron una respuesta inadecuada. Las recientes lluvias intensas causaron que el agua corriera por la pendiente deslavada, agravando la situación y revelando una fuga importante de agua potable, posiblemente de una toma que abastece a un predio al otro lado de la carretera.

 

Los residentes están profundamente preocupados por la posibilidad de que el deslave continúe avanzando hacia sus casas, poniendo en riesgo tanto su seguridad como su patrimonio. Exigen a la alcaldía de Cuajimalpa una reparación profunda y efectiva que aborde las causas subyacentes del problema y garantice una solución a largo plazo para evitar futuros incidentes.