19 septiembre, 2024

 

La alcaldía Cuauhtémoc se convirtió en el berrinche morenista que no consiguió en las pasadas elecciones. Clara Brugada, la Jefa de Gobierno electa de la Ciudad de México, ha dejado en claro que no reconocerá el triunfo de Alessandra Rojo de la Vega, alcaldesa electa por la coalición PRI-PAN-PRD, hasta que los tribunales resuelvan las impugnaciones presentadas.

 

Durante su gira del agradecimiento, Brugada ha expresado su respaldo a Caty Monreal, la excandidata de Morena-PT-PVEM, cuyas impugnaciones ante los tribunales electorales local y federal han intensificado el drama postelectoral. La disputa gira en torno a alegaciones de irregularidades durante el proceso electoral que Monreal y Morena consideran decisivas para el resultado.

 

Clara Brugada manifestó en un mitin que, a pesar de las celebraciones de victoria de Rojo de la Vega, las elecciones en la Cuauhtémoc están lejos de ser concluyentes. “La elección de la Cuauhtémoc está impugnada, está en los tribunales. Esperamos que los tribunales resuelvan y vamos a acatar la resolución de los tribunales”, declaró Brugada, dejando entrever una falta de reconocimiento formal hacia Rojo de la Vega y destacando su apoyo continuo a Monreal.

 

Por su parte, Rojo de la Vega ha tratado de distanciarse de acusaciones y controversias, enfocándose en preparativos para su administración y reiterando su compromiso con una transición pacífica y respetuosa. A pesar de las tensiones, anunció el inicio de los trabajos de transición en la alcaldía y desmintió cualquier vinculación con actos de sabotaje en contra de la visita de Brugada, denunciando a través de redes sociales el posible uso de grupos de choque para manchar su imagen.

 

El no reconocimiento de Rojo de la Vega por parte de Brugada no solo complica la transición política en Cuauhtémoc, sino que también plantea preguntas más amplias sobre la cohesión política y la colaboración entre diferentes niveles de gobierno en la Ciudad de México. Esta situación es un claro ejemplo de cómo las rivalidades políticas pueden filtrarse en el tejido administrativo de la ciudad, potencialmente obstaculizando la implementación de políticas y proyectos esenciales.

 

A medida que la situación se desarrolla, la comunidad espera que la resolución de los tribunales pueda ofrecer un camino claro hacia adelante, no solo para los líderes políticos involucrados sino para los ciudadanos de Cuauhtémoc. La necesidad de una política más inclusiva y menos divisiva nunca ha sido más evidente, con la esperanza de que, independientemente del resultado, Cuauhtémoc pueda avanzar hacia un futuro más estable y próspero bajo una gobernanza efectiva y respetuosa.