Este 5 de octubre de 2024, Clara Marina Brugada Molina asume la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, un logro que culmina con más de 40 años de lucha social, servicio público y cargos legislativos. Con una carrera que abarca desde su activismo en las zonas más vulnerables de la ciudad hasta su participación en la creación de la Constitución de la Ciudad de México, Brugada se convierte en la décima mujer en liderar la capital del país.
De los movimientos sociales al liderazgo político
Nacida el 12 de agosto de 1963 en la Ciudad de México, Clara Brugada vivió una infancia marcada por la movilidad, pasando parte de su niñez en Chiapas antes de regresar a la capital para establecerse en la delegación Benito Juárez. A finales de los años 80, Brugada ingresó a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde estudió Economía. Fue en este entorno académico que su vocación por la justicia social floreció.
Durante sus años de estudiante, Brugada aceptó el reto de ser maestra en una secundaria comunitaria en San Miguel Teotongo, Iztapalapa, una experiencia que la marcó profundamente y la impulsó a mudarse a la comunidad para seguir luchando por los derechos de los más desfavorecidos.
Brugada pronto se involucró en movimientos sociales como el Movimiento Urbano Popular y la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata. Esta experiencia cimentó su reputación como una defensora de los derechos sociales y la posicionó para su entrada en la política formal.
Inicios en el PRD y su primer cargo público
En 1995, Brugada ingresó al Partido de la Revolución Democrática (PRD), lo que le permitió integrarse al primer Consejo Ciudadano de Iztapalapa, donde fue presidenta de la Comisión de Usos de Suelo. Dos años después, en 1997, fue electa diputada federal, representando al distrito 22 de Iztapalapa, bajo la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, el primer Jefe de Gobierno electo de la Ciudad de México.
“Decidí dedicar mi vida a mejorar las condiciones de las comunidades más vulnerables de la ciudad”, comentó Brugada en una entrevista en 2023, al recordar sus primeros años en la política.
Colaboración con López Obrador y el movimiento de resistencia
Una de las relaciones más significativas en la carrera política de Brugada ha sido con Andrés Manuel López Obrador. Desde el periodo postelectoral de 2006, en el que participó activamente en el movimiento de resistencia, Clara ha sido una de las aliadas más cercanas del ahora ex presidente. Su involucramiento en protestas pacíficas, como las movilizaciones contra el desafuero de López Obrador, la colocaron en la primera línea de la defensa de los derechos democráticos.
En 2009, Brugada enfrentó un conflicto electoral dentro del PRD cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anuló su candidatura a la jefatura delegacional de Iztapalapa, un evento que derivó en el apoyo público de López Obrador. Él impulsó al candidato Rafael Acosta, conocido como “Juanito”, quien tras ganar, renunció para que Brugada asumiera el cargo.
Creación de Morena y la alcaldía de Iztapalapa
En 2011, Brugada acompañó a López Obrador en la creación de Morena, el partido que hoy gobierna el país. En 2016, fue elegida diputada constituyente y jugó un papel crucial en la redacción de la primera Constitución de la Ciudad de México. En 2018, Brugada fue electa como la primera alcaldesa de Iztapalapa, un cargo en el que fue reelecta en 2021.
Durante su mandato, destacó por la creación de las Unidades de Transformación y Organización Para la Inclusión y la Armonía Social (Utopías), un sistema público de cuidados que buscaba mejorar la calidad de vida en la alcaldía más poblada y con mayores retos sociales de la capital.
El camino hacia la Jefatura de Gobierno
El 2023 marcó un punto clave en la carrera política de Brugada. Tras manifestar su interés en competir por la Jefatura de Gobierno, enfrentó un proceso interno en Morena donde se midió contra Omar García Harfuch, exsecretario de Seguridad Ciudadana. Aunque Harfuch resultó mejor posicionado en las encuestas, Brugada obtuvo la candidatura por paridad de género, y el 2 de junio de 2024, ganó las elecciones por un amplio margen de más de 12 puntos frente a su rival más cercano, Santiago Taboada, candidato de la coalición PAN-PRI-PRD.
“Fue una decisión que no tomé a la ligera, pero sentí el respaldo del movimiento y de la base social. No estoy aquí para buscar cargos, sino para seguir sirviendo a la ciudad”, explicó Brugada en una entrevista tras su victoria.
Desafíos y expectativas como Jefa de Gobierno
Con su llegada a la Jefatura de Gobierno, Clara Brugada asume el liderazgo de una de las ciudades más grandes y complejas de América Latina. La continuidad de los proyectos de la Cuarta Transformación, que han sido encabezados por líderes como López Obrador, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, será una de sus principales tareas. Su experiencia en la creación de políticas sociales en Iztapalapa será clave para enfrentar los retos de seguridad, movilidad y desarrollo urbano que enfrenta la Ciudad de México.
“La ciudad necesita una gobernante que conozca los problemas desde dentro, que haya convivido con las dificultades de sus habitantes”, afirmó César Cravioto, próximo secretario de Gobierno de la Ciudad de México, al referirse a Brugada.
Clara Brugada, una mujer de convicciones firmes
Brugada llega al gobierno con una reputación de cercanía con la gente y una capacidad para tomar decisiones colectivas. Según sus allegados, es una persona comprometida con las causas sociales y decidida a llevar a cabo las transformaciones necesarias para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.
“Clara no es una política tradicional. Nunca buscó los cargos, pero su vocación por el servicio público y su trayectoria en la lucha social la han llevado a este momento. La ciudad está en buenas manos”, comentó Cravioto.
La nueva Jefa de Gobierno enfrentará desafíos significativos, pero su historia de lucha y compromiso le otorga una base sólida para construir un futuro mejor para la Ciudad de México. Clara Brugada inicia esta nueva etapa con el respaldo de su trayectoria y la confianza de millones de capitalinos que esperan ver reflejado en su gobierno los principios que ha defendido por más de cuatro décadas.
