22 noviembre, 2024

 

El esperado debate presidencial entre Kamala Harris, candidata demócrata y actual vicepresidenta de Estados Unidos, y Donald Trump, exmandatario y candidato republicano, marcó un momento clave en la carrera electoral de cara a las elecciones del 5 de noviembre de 2024. Fueron 90 minutos de intercambio donde ambos candidatos se enfrentaron en un duelo cargado de ataques personales, discusiones políticas y tensiones palpables.

 

Este encuentro, probablemente el único debate cara a cara antes de las elecciones, capturó la atención de millones de espectadores en la Unión Americana. A continuación, desglosamos los seis momentos más destacados que definieron este enfrentamiento.

 

1. El apretón de manos histórico

El debate comenzó con un gesto inusual que captó la atención de los medios y de los espectadores: Kamala Harris se acercó a Donald Trump y le ofreció la mano en señal de respeto mutuo, algo que no se había visto en un debate presidencial en ocho años.

 

“Tengamos un buen debate,” dijo Harris al estrechar la mano del exmandatario, mientras Trump respondía con una sonrisa y un breve “me alegro de verte, diviértete”. Este pequeño gesto, aunque protocolar, estableció el tono del intercambio, mostrando que a pesar de las profundas diferencias políticas, ambos candidatos reconocen la importancia de un debate respetuoso.

 

2. “Yo estoy hablando ahora”

Harris, quien llegó al debate con la intención de asumir un rol ofensivo, atacó a Trump desde el inicio. La vicepresidenta aprovechó la oportunidad para confrontar al expresidente sobre temas que han sido objeto de controversia, como su manejo de la pandemia de COVID-19 y los múltiples juicios penales que enfrenta. Trump, por su parte, intentó desviar la conversación hacia temas como la inflación y la inmigración, en un esfuerzo por destacar lo que él considera los puntos débiles de la administración demócrata.

 

 

En uno de los intercambios más tensos, cuando Trump intentó interrumpirla, Harris lo detuvo con un contundente “yo estoy hablando ahora”, una frase que recordó a un momento similar durante su debate vicepresidencial de 2020 contra Mike Pence. Trump replicó con su característica energía, exclamando: “Silencio, por favor”, lo que provocó reacciones tanto de los espectadores como en las redes sociales.

 

3. “Se están comiendo a los perros”

Uno de los momentos más controvertidos del debate surgió cuando Trump mencionó una afirmación sin fundamento sobre migrantes haitianos en Springfield, Ohio, acusándolos de robar y comer mascotas. A pesar de que funcionarios locales negaron tales acusaciones, Trump insistió en el tema durante el debate.

 

“Se están comiendo a los perros, se están comiendo a los gatos, se están comiendo las mascotas de la gente,” afirmó el exmandatario, causando incredulidad en la audiencia. Harris respondió sarcásticamente: “Hablando de extremos”, en un esfuerzo por restarle peso a las acusaciones. Este momento destacó cómo Trump sigue utilizando afirmaciones provocadoras, mientras Harris intentó mantener un enfoque más centrado.

 

4. El tema del aborto: línea divisoria clave

El tema del aborto fue uno de los puntos más candentes del debate. Harris atacó a Trump por su postura en torno al derecho al aborto, subrayando que bajo su mandato se anularon protecciones clave en este ámbito tras la decisión de la Corte Suprema en 2022.

 

“No es necesario abandonar tus creencias para aceptar que el gobierno –y mucho menos Donald Trump– no debería decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo,” afirmó Harris, dejando clara su posición a favor de los derechos reproductivos. Trump, por su parte, negó rotundamente estar a favor de una prohibición del aborto y argumentó que apoya excepciones en casos de violación, incesto o cuando la vida de la madre está en riesgo.

 

En un momento especialmente polémico, Trump afirmó que algunos estados están practicando “ejecuciones” de bebés después de su nacimiento, lo que llevó a la moderadora Linsey Davis a intervenir y corregirlo: “No hay ningún estado en este país donde sea legal matar a un bebé después de su nacimiento.” Esta intervención fue uno de los momentos más comentados del debate.

 

5. Políticas y falta de propuestas claras

Durante el debate, Trump atacó a Harris afirmando que carecía de políticas concretas para resolver los problemas del país. Incluso insinuó que muchas de las propuestas de Harris estaban copiadas de su propio plan de campaña, lo que le llevó a bromear con enviarle un sombrero de “MAGA” (Make America Great Again).

 

Harris, sin embargo, insistió en que tiene un plan detallado para abordar los problemas económicos del país, mencionando su propuesta de inversión en infraestructura y energía renovable como pilares clave para la recuperación económica. “Claramente, no soy Joe Biden,” señaló Harris en respuesta a las acusaciones de Trump, buscando distanciarse del actual presidente y demostrar su independencia como candidata.

 

En cuanto a la atención médica, Trump evitó comprometerse con un plan específico para reemplazar el Obamacare, diciendo en su lugar que tenía “conceptos” de un nuevo plan que sería mejor, una respuesta que dejó a muchos preguntándose sobre los detalles de sus propuestas.

 

6. El tema de las armas: Harris defiende su posición

Otro momento tenso fue cuando Trump acusó a Harris de ser una “liberal radical” que planeaba desfinanciar a la policía y confiscar las armas de los ciudadanos. “Tiene un plan para desfinanciar a la policía, para confiscar armas y para prohibir el fracking en Pensilvania,” aseguró Trump.

 

Harris negó rotundamente estas acusaciones y, de hecho, recordó al público que tanto ella como su compañero de fórmula, Tim Walz, son propietarios de armas. “No vamos a quitarle las armas a nadie,” afirmó, reiterando su apoyo a leyes más estrictas sobre el control de armas, pero sin llegar a la confiscación total. Esta aclaración fue clave para defenderse de los ataques de Trump, quien sigue basando gran parte de su campaña en la defensa del derecho a portar armas.

 

 

Este primer encuentro entre Kamala Harris y Donald Trump reflejó la profunda polarización política que atraviesa Estados Unidos. Con un tono combativo y personal, ambos candidatos buscaron posicionarse como la mejor opción para liderar el país. Trump, con su retórica habitual, apeló a su base de votantes conservadores, mientras que Harris intentó atraer a un electorado más amplio, presentándose como una líder pragmática con planes concretos.

 

Si bien las encuestas aún no predicen un claro ganador, este debate tuvo el potencial de inclinar la balanza para muchos votantes indecisos, especialmente en temas clave como la economía, el aborto y la inmigración. Queda por ver si habrá otro enfrentamiento entre ambos antes de las elecciones, pero lo que es seguro es que este debate dejó claro que la contienda por la presidencia de Estados Unidos será una de las más reñidas y observadas en los últimos años.