Así comienza este capítulo bizarro de “La política mexicana que merecemos”. Si usted creía que Cuauhtémoc Blanco era el tope máximo de lo absurdo entre la farándula y la política, prepárese porque llegó Erasmo Catarino, alias “El Conde de Xalpatláhuac”. Sí, ese mismo que le ganó a Yuridia en “La Academia” cantando “Déjenme si estoy llorando”, ahora podría hacernos llorar a todos desde el Senado.
Y no me mal entienda por favor, todos podemos ser protagonistas de la transformación desde nuestras posibilidades, ¿ya qué nos puede esperar? si ya tuvimos un presidente con promedio universitario de 7.54 y con siete materias tronadas, pues no podrá sorprendernos tener estas joyas que incursionan en la política para echarle otro piso a su penthhouse con el sudor de su trabajo.
Es así que este jueves 26 de junio, en medio de una solemne sesión extraordinaria del Senado presidida nada menos que por nuestro “dulce y siempre moderado” Gerardo Fernández Noroña, se le tomó protesta a Erasmo Catarino, acompañado de Edna García Gordillo y Raymundo Bolaños. ¿La razón? Pues porque nada le mama más a México que tener este tipo de próceres de la nación.
El problema no es Erasmo Catarino, sino la manera en que cachirulamente se brincaron las reglas para sacar ventaja -esas cosas ni pasan en el PVEM ¿verdad?-. Es así que “El conde Erasmo” no llegó representando a su natal Guerrero, sino como suplente de un senador ¡de Chiapas! ¿Cómo pasó esto? Es tan lógico como poner a Toñita de La Academia a legislar por Ecatepec—esperen, eso también está pasando.
Catarino llega justo a tiempo para discutir temas fundamentales para la seguridad del país. Así es, queridos compatriotas, mientras usted intenta recordar quién demonios era Erasmo Catarino, él decidirá sobre leyes del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia. ¿Inteligencia? ¿En serio?
Con estos eventos no tardarán los fanáticos de Jolette en pedir su candidatura para la gobernatura de Jalisco donde ahora en lugar de debates se haga una batalla de Karaoke para ver quién es el más rifado para el puesto, al menos sería más entretenido que verlos sacar cartulinas en los eventos aburridos del INE.
Lo verdaderamente épico es que Erasmo Catarino solo durará cuatro días en el cargo. Sí, cuatro días. O sea, literalmente un puente de fin de semana largo, pero con sueldo de senador y currículum legislativo incluido. Un verdadero hit político, mejor que su álbum debut (que para sorpresa de muchos, vendió más de 100 mil copias).
Erasmo, orgulloso de sus raíces indígenas y su título en educación primaria, se ha mostrado tranquilo ante el escándalo, asegurando que “viene a hacer lo mejor por México”. Aunque por ahora nadie entiende cómo exactamente sucedió este multiverso que ni Televisa ni Azteca pudieron imaginar.
Así que, mientras nuestro Senado sigue con su tradicional “casting político” que ya parece más un reality show que un órgano legislativo, el ciudadano promedio mira incrédulo cómo “El Conde” se acomoda en su curul, probablemente preguntándose: ¿qué sigue ahora?, ¿el ‘Pato’ Zambrano como presidente municipal?, ¿Mariana Rodríguez liderando Monterrey? ¡Ah no, esperen, eso también está sucediendo!
México mágico y querido, no dejes de sorprendernos. Si Erasmo Catarino puede ser senador, ustedes pueden ser lo que quieran. Nunca renuncien a sus sueños.
