El conductor de televisión Daniel Bisogno se encuentra en plena recuperación después de haber sido sometido a un trasplante de hígado el pasado 4 de septiembre. Bisogno, quien es uno de los rostros más conocidos del programa Ventaneando, enfrentó una serie de complicaciones de salud desde mayo de 2023, que derivaron en la necesidad de este trasplante debido a un daño hepático severo.
En abril de este año, Daniel hizo pública su delicada condición de salud, revelando que la situación era tan grave que el trasplante de hígado se convirtió en su única opción para salvar su vida. La operación, que duró alrededor de seis horas, fue realizada con éxito, según informó su hermano Alex Bisogno durante la transmisión de Ventaneando.
Un trasplante complicado, pero exitoso
Durante la intervención quirúrgica, los médicos advirtieron sobre los posibles riesgos que podría enfrentar Daniel, como fallos renales o infartos. Afortunadamente, ninguna de estas complicaciones se presentó, lo que ha permitido que su recuperación avance de manera favorable. Su compañero de trabajo, Linet Puente, proporcionó más detalles sobre su estado de salud en una entrevista para la revista TVyNovelas, donde señaló que las primeras 48 horas tras la operación eran críticas para evitar que su cuerpo rechazara el órgano.
Hasta el momento, los informes médicos han sido positivos, confirmando que el hígado implantado ha sido aceptado adecuadamente por su organismo. Si todo sigue el curso esperado, Bisogno podría ser dado de alta entre el 14 y 15 de septiembre, lo que le permitiría continuar su recuperación desde la comodidad de su hogar.
Daniel Bisogno ha enfrentado múltiples problemas de salud desde mayo de 2023, cuando fue operado de emergencia por la ruptura de várices esofágicas. Esta situación lo alejó de las cámaras durante varias semanas. Posteriormente, en noviembre del mismo año, su apariencia física en Ventaneando generó preocupación entre sus seguidores, lo que finalmente reveló una nueva intervención quirúrgica para extraerle la vesícula.
En febrero de 2024, su salud volvió a complicarse tras ser ingresado por una infección pulmonar, que derivó en un coma inducido. A lo largo de este proceso, perdió más de 17 kilos y también enfrentó la dolorosa pérdida de su madre, Araceli Bisogno, durante su hospitalización.
