El líder norcoreano Kim Jong Un ordenó la producción en masa de drones suicidas, afirmando que su éxito en conflictos recientes como la guerra en Ucrania, exige una actualización urgente de las teorías militares. Esta decisión, reportada por la agencia estatal KCNA, subraya la acelerada competencia global en el uso de aviones no tripulados con multas bélicos.
Kim supervisó personalmente una prueba reciente de estos drones, también conocidos como municiones de merodeo, utilizados ampliamente en Ucrania y Oriente Medio. Según KCNA, el mandatario enfatizó la importancia de construir un sistema de producción en serie para comenzar la fabricación masiva de estas armas lo antes posible.
Cooperación militar con Rusia
La creciente alianza militar entre Corea del Norte y Rusia ha generado preocupación a nivel internacional. Desde el inicio del año, Kim ha promovido pruebas y desarrollos tecnológicos, lo que ha despertado dudas sobre el posible apoyo técnico de Moscú. Corea del Norte y Rusia ratificaron en junio una asociación estratégica que incluye un pacto de defensa mutua. Informes señalan que tropas norcoreanas han participado en combates junto a fuerzas rusas en Ucrania, lo que marca un nuevo nivel de cooperación entre ambas naciones.
Tensiones con Corea del Sur
El desarrollo y despliegue de drones suicidas ha intensificado las tensiones en la península coreana. Corea del Norte ha enviado estos aviones no tripulados al territorio surcoreano, sobrevolando zonas clave como la capital, Seúl y áreas de exclusión aérea cercanas a la oficina presidencial. En respuesta, Corea del Sur ha reforzado su defensa aérea con armas diseñadas específicamente para derribar drones norcoreanos.
Repercusiones globales
El uso de drones militares está transformando las estrategias de guerra a nivel mundial, con un impacto significativo en conflictos de distintas escalas. La decisión de Corea del Norte de acelerar su producción refleja una tendencia global en la que estas armas se convierten en un elemento central de las tácticas militares modernas. Los expertos coinciden en que este desarrollo plantea serias amenazas para la estabilidad regional y global, especialmente ante la colaboración de Pyongyang con Moscú.