15 noviembre, 2024

 

El futuro de la Ciudad de México sigue en espera. En el Congreso capitalino, la diputada Olivia Garza, presidenta de la Comisión de Planeación del Desarrollo, presentó una iniciativa que propone posponer la entrada en vigor del Plan General de Desarrollo y el Programa General de Ordenamiento Territorial hasta el 1 de octubre de 2025. Este cambio busca ajustar el plazo originalmente fijado en la Constitución de la CDMX, que establecía el inicio para octubre de 2022.

 

Según Garza, la extensión del plazo permitirá contar con un tiempo adecuado para construir estos instrumentos de planificación con una participación social significativa y un enfoque incluyente. Explicó que el modelo de ciudad que proyectará el desarrollo de la capital durante los próximos 20 años debe construirse con consultas y una participación ciudadana histórica, lo que pondrá a prueba la democracia local.

 

La propuesta también incluye un cambio en los programas de ordenamiento territorial de cada alcaldía, que originalmente debían estar listos en 2023. Con la nueva iniciativa, su entrada en vigor se aplazaría hasta el 1 de abril de 2026. Este ajuste, señala Garza, permitirá que se retomen elementos valiosos de proyectos previos y que se escuche a sectores que no fueron considerados en la administración pasada.

 

Para implementar estos planes se necesita mayor interés por parte del Gobierno de la Ciudad de México, indicó Garza. La intención es revisar y ajustar las políticas de desarrollo urbano y territorial, enfocándose en crear una ciudad sustentable, con mejor movilidad y acceso a servicios.

 

Este aplazamiento ha generado debate, pues para algunos actores sociales y ciudadanos es fundamental contar con políticas de desarrollo urbano claras y actuales, que respondan a la rápida transformación y necesidades de la metrópoli;  sin embargo, la diputada destacó que este periodo adicional permitirá construir un plan integral que incluya a todos los sectores.

 

La iniciativa busca ser un paso hacia un desarrollo más participativo y transparente, pero el retraso en la implementación de estos planes fundamentales pone en suspenso la planeación de largo plazo de la CDMX, un tema que preocupa a expertos y ciudadanos por su impacto en la calidad de vida y en la infraestructura de la capital.