7 enero, 2025
Canadá

 

En un anuncio que marca el fin de una era en la política canadiense, Justin Trudeau confirmó este lunes su decisión de dimitir como Primer Ministro de Canadá y líder del Partido Liberal, después de once años al frente de la formación política y ocho años al mando del gobierno federal. La noticia, ofrecida desde Rideau Cottage en Ottawa, llega en un momento de profunda crisis interna para el Partido Liberal y con encuestas que predicen una derrota contundente frente al Partido Conservador en las elecciones previstas para octubre.

 

Legado de contrastes

Trudeau, quien llegó al poder en 2015 con la promesa de un gobierno progresista y transparente, ganó tres elecciones consecutivas (2015, 2019 y 2021). Durante su mandato, Canadá fue pionero en temas como la legalización del cannabis, la acogida de refugiados y las políticas climáticas, incluyendo un ambicioso impuesto al carbono; sin embargo, sus últimos años han estado marcados por desafíos internos, pérdidas de apoyo y escándalos que afectaron su imagen pública.

 

Entre los golpes más duros para su liderazgo se cuenta la renuncia de figuras clave, como su ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, en medio de disputas sobre la estrategia económica del gobierno, esto sumado a una economía golpeada por la inflación y las críticas a su gestión de la pandemia de COVID-19, debilitando el respaldo dentro y fuera de su partido.

 

Despedida cargado de autocrítica

“Me ha quedado claro que, si tengo que librar batallas internas, no puedo ser la mejor opción para las próximas elecciones”, declaró Trudeau. Su discurso, cargado de autocrítica, también hizo énfasis en la necesidad de renovar el liderazgo del Partido Liberal para ofrecer “una verdadera opción” a los canadienses en los próximos comicios.

 

El anuncio fue realizado días antes de la reunión del Ejecutivo Nacional del Partido Liberal, donde se planeaba discutir estrategias para afrontar las crecientes divisiones internas y las malas perspectivas electorales. Según fuentes cercanas al partido, el movimiento busca evitar que el descontento interno se traduzca en un golpe mayor en las urnas.

 

El desgaste político de Trudeau no se limita a cuestiones domésticas. Su imagen como la “antítesis de Donald Trump” en América del Norte sufrió un revés significativo tras la victoria del expresidente estadounidense en 2024. Trump no tardó en lanzar ataques verbales, calificando a Trudeau como el “gobernador del estado 51” y amenazando con imponer aranceles a los productos canadienses. Este contexto internacional deterioró aún más la percepción de liderazgo del Primer Ministro.

 

Perspectiva

El Partido Liberal deberá ahora elegir a un nuevo líder que intente revitalizar la formación y enfrentar a los conservadores liderados por Pierre Poilievre, cuya popularidad crece en las encuestas. Por su parte, Trudeau aseguró que continuará en su cargo hasta que el partido elija a su sucesor, garantizando una transición ordenada.

 

Con este anuncio, se cierra un capítulo significativo de la política canadiense, uno que deja un legado polarizante y múltiples retos para el futuro. Trudeau abandona el cargo con la esperanza de que su partido pueda renovarse, pero su renuncia refleja la creciente presión que enfrentan los líderes en un mundo político cada vez más fragmentado.