20 abril, 2025 2:38 AM
CONEVAL alerta Rezago en la Salud Pública

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha lanzado una alarma en su más reciente informe, revelando que el número de mexicanos sin acceso a servicios de salud básicos casi se ha triplicado en el último año, pasando de 20.1 millones en 2021 a 50.4 millones en 2022. Este incremento, que representa el 39% de la población, pone en evidencia las crecientes dificultades que enfrenta el sistema de salud en México y la urgente necesidad de reformas estructurales.

El aumento en la cantidad de personas sin acceso a servicios médicos adecuados subraya una crisis en la salud pública que se ha visto exacerbada por diversos factores, incluyendo la pandemia de COVID-19, problemas estructurales en la provisión de servicios, y cambios en la política de salud que han afectado la eficiencia y accesibilidad del sistema.

 

La seguridad social, que es fundamental para garantizar el acceso a la salud, también muestra cifras desalentadoras, con 64.7 millones de mexicanos afectados por la falta de cobertura. Este dato refleja no solo un problema de salud, sino también de inequidad social y económica, dado que la seguridad social incluye beneficios como pensiones, seguros de desempleo y acceso a servicios de salud que son cruciales para el bienestar de la población.

El informe del Coneval también destaca las disparidades significativas en la afiliación a diferentes instituciones de salud. Mientras que un 38.3% de las personas están afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), solo un 13.1% tiene acceso a los servicios del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), la entidad diseñada para proporcionar atención a aquellos sin seguridad social formal. Estas cifras no solo indican diferencias en la calidad y alcance de los servicios ofrecidos por estas instituciones, sino también la necesidad de una estrategia más integrada que pueda garantizar la cobertura universal.

Frente a este escenario, el gobierno mexicano anunció que el presupuesto de 2025 priorizará el gasto social y obras públicas, con un enfoque particular en mejorar la infraestructura de salud. Sin embargo, expertos y activistas advierten que sin una reforma profunda que aborde las raíces del problema, como la desigualdad en el acceso y la falta de inversión en recursos humanos y técnicos en el sector salud, será difícil revertir esta tendencia.

 

El informe también resalta la importancia de la participación comunitaria en el diseño e implementación de políticas de salud. Esta estrategia busca no solo mejorar la eficacia de los programas sino también asegurar que las políticas públicas reflejen las necesidades y prioridades reales de las comunidades afectadas.