2 julio, 2024

A medida que se aproximan las elecciones presidenciales del 2024, México enfrenta un panorama sombrío, marcado por una escalada alarmante en la violencia política. El proceso electoral, que comenzó el 7 de septiembre de 2023, ha registrado hasta el 28 de mayo de 2024 un total de 749 incidentes violentos relacionados con la política, cifra que casi duplica los 382 casos documentados durante el ciclo electoral de 2017-2018.

 

Un Incremento Alarmente en la Violencia

Este aumento sustancial en los ataques ha convertido al actual proceso electoral en el más violento de la historia moderna de México, según los datos proporcionados por Integralia. Las víctimas de esta violencia no solo incluyen a candidatos y políticos, sino también a funcionarios, sus familias y personas no directamente relacionadas con la política, lo que demuestra la extensión y la gravedad del problema.

 

Los tipos de agresiones son variados y profundamente preocupantes: 233 amenazas, 231 asesinatos, 159 atentados con armas de fuego, 21 desapariciones forzadas, 18 secuestros y 87 incidentes de otros tipos, que incluyen agresiones físicas y ataques a la propiedad. La muerte de Gisela Gaytán, candidata de Morena a la alcaldía de Celaya, asesinada al inicio de su campaña, es solo uno de los ejemplos más trágicos de este ciclo electoral.

 

Distribución Geográfica de la Violencia

La violencia política no se distribuye uniformemente a través del país, ciertas regiones han sido particularmente afectadas. Puebla, Chiapas y Guerrero son los estados con el mayor número de incidentes; específicamente, Chiapas lidera la lista con ocho candidatos asesinados, un dato que refleja las intensas y a menudo mortales luchas por el poder local.

 

Morena, el partido actualmente en el poder, ha sido el más afectado con 61 casos de agresiones dirigidas a sus miembros, seguido de cerca por el PRI con 58 y el PAN con 43. Estos números no solo reflejan los riesgos inherentes a la política en ciertas áreas, sino también la intensa polarización que vive el país.

 

La Mano del Crimen Organizado

Armando Vargas Hernández, consultor senior de Integralia y doctor en Ciencia Política por la UNAM, señala que el crimen organizado ha jugado un papel decisivo en este proceso electoral, afectando la participación política y limitando las opciones en la boleta electoral. Vargas Hernández advierte que la violencia podría no limitarse a la jornada electoral, anticipando intervenciones en casillas y otras formas de coacción por parte de grupos criminales.

 

La situación actual requiere una respuesta firme y multifacética del Estado mexicano. Vargas Hernández recomienda no solo el uso de la fuerza, sino también estrategias que aborden las bases sociales del crimen organizado, sus fuentes de financiamiento y su capacidad de inteligencia. Sin una acción decidida, advierte, México podría enfrentarse a un escenario similar o incluso peor en las elecciones de 2030.

La violencia política en México ha alcanzado niveles sin precedentes, planteando serios desafíos para la democracia y la gobernabilidad del país. A medida que los ciudadanos se preparan para votar, la necesidad de garantizar elecciones libres y seguras nunca ha sido más crítica. La comunidad internacional, así como todos los sectores de la sociedad mexicana, observan con preocupación, esperando que se puedan tomar medidas efectivas para revertir esta peligrosa tendencia y restaurar la paz y la estabilidad política en la nación.