En Chalco, Estado de México, el panorama sigue siendo incierto para los damnificados de las recientes inundaciones. Tras días de espera, brigadas de Bienestar comenzaron a recorrer las colonias más afectadas, como Culturas de México y Jacalones, en un intento por censar a las familias afectadas sin embargo, la incertidumbre sobre cuándo y cómo llegarán los apoyos sigue siendo una constante entre los vecinos.
Desde las primeras horas de la mañana, los servidores de la nación vestidos en uniformes beige y vino, se desplegaron por las calles aún anegadas. Algunos avanzaban en lanchas, otros caminaban con botas altas o prendas prestadas por los propios vecinos, mientras intentaban acceder a los hogares inundados. La misión era clara: registrar a las familias afectadas y hacer un inventario de las pérdidas materiales, pero el ambiente se tornaba tenso ante la falta de información concreta sobre los apoyos.
“Ahora vamos a preguntarle qué mobiliario o artículos del hogar perdió”, decían los encuestadores, mientras los vecinos enumeraban con resignación lo que el agua había arrasado: “Colchones, camas, comedor, sala, refrigerador, prácticamente todo”. Este diálogo se repetía en cada casa, reflejando la magnitud del desastre que dejó a muchas familias con poco más que la esperanza de recibir ayuda.
A pesar del esfuerzo de las brigadas, la incertidumbre prevalece. Los vecinos no solo deben lidiar con las pérdidas materiales, sino también con la falta de claridad sobre los próximos pasos. “Hace como dos años habían censado, pero no nos dieron nada. Ojalá hoy sea distinto”, comentó Alejandro, residente de la calle Mexicas, reflejando el escepticismo generalizado entre los afectados.
El proceso de censo, que comenzó con la solicitud de documentos para acreditar la propiedad o residencia en las viviendas afectadas, se complicó debido a que muchos de estos papeles se mojaron o se perdieron en la inundación. Esta situación ha generado más dudas sobre la eficacia del censo y la posibilidad real de recibir los apoyos prometidos.
A pesar de las preguntas de los vecinos, los encuestadores no pudieron ofrecer respuestas claras sobre cuándo llegarán los apoyos ni de qué manera se materializarán. La incertidumbre se suma a la frustración de quienes en años anteriores, vivieron situaciones similares sin recibir la ayuda necesaria.
La comunidad de Chalco sigue esperando respuestas y sobre todo, acciones concretas que les permitan recuperar lo perdido. Mientras tanto, la vida en las calles inundadas continúa, con vecinos que, entre el agua y la espera, buscan reconstruir sus hogares y sus vidas.