6 noviembre, 2024

 

De película fue este robo, aunque dirán que el PRI robó más o que el saqueo fue mayor con los españoles, hoy en Mazapil, Zacatecas se dio un robo sin precedentes en la región minera del norte del país. Un comando armado sustrajo seis contenedores que transportaban aproximadamente 200 toneladas de oro, plata, zinc y cobre, materiales extraídos de la mina Peñasquito, un complejo perteneciente a la transnacional Newmont. Este asalto ocurrió en la carretera Zacatecas-Saltillo, a la altura de la comunidad de San Tiburcio, donde el convoy fue interceptado.

 

El robo fue ejecutado con precisión. Dos tráileres, acompañados por dos autos compactos de seguridad privada, salieron del complejo minero Peñasquito con destino a otro punto de Zacatecas, pero una hora después, el convoy fue detenido a la fuerza por un grupo armado. Los asaltantes obligaron a los choferes de los tráileres y de los vehículos de escolta a detenerse y descender. Sin reportarse lesionados, los conductores fueron abandonados en la carretera, mientras el comando tomó control de los vehículos.

 

Los contenedores, cargados con el concentrado de minerales, fueron transferidos a otros tractocamiones aparentemente preparados con anticipación para evitar ser rastreados por los sistemas de geolocalización. Este movimiento rápido y eficaz sugiere una planificación meticulosa por parte de los delincuentes, quienes lograron sustraer la carga sin dejar rastros visibles.

 

Operativo de rastreo en marcha

La Guardia Nacional, en colaboración con fuerzas de seguridad estatales, desplegó un fuerte operativo en la zona del semi-desierto de Zacatecas en un intento por recuperar los materiales robados. El general Juan Manríquez Moreno, coordinador de la Guardia Nacional en Zacatecas, dio detalles sobre la situación en una rueda de prensa.

 

“Logramos recuperar los tractocamiones y localizar a los operadores, así como a los dos conductores de los vehículos de seguridad. Sin embargo, los contenedores fueron enganchados a otros vehículos de carga que lograron sacarlos de la zona antes de nuestra intervención,” explicó Manríquez. Las fuerzas de seguridad están llevando a cabo “barridos aéreos y controles en los accesos a la región” para rastrear los materiales y evitar que sean extraídos del país.

 

Operación bien planificada

El robo ha generado cuestionamientos sobre la seguridad en torno a los transportes de materiales valiosos en la región. Aunque la mina Peñasquito cuenta con medidas de seguridad privada, la intervención del grupo armado superó cualquier protocolo. Este caso muestra la creciente amenaza de grupos criminales que buscan capitalizar el tráfico de metales preciosos, especialmente en regiones mineras estratégicas como Zacatecas.

 

Manríquez comentó que “la precisión con la que actuaron indica que probablemente hubo información previa sobre la ruta y el horario del convoy”. Según las autoridades, este tipo de operaciones suelen involucrar a varias personas y requieren conocimientos especializados en logística de transporte.

 

El impacto económico del robo es significativo. Los materiales robados representan millones de pesos en pérdidas potenciales, no solo para Newmont, sino también para la economía local, que depende en gran medida de la minería. La extracción y procesamiento de estos metales tienen un rol fundamental en la economía de Zacatecas, y este robo plantea serios desafíos para la seguridad de los recursos en la región.

 

En respuesta, la Guardia Nacional ha anunciado un refuerzo de la seguridad en las carreteras clave que conectan con los complejos mineros y áreas de transporte de metales. Además, se están revisando los protocolos de seguridad en el sector minero, con el objetivo de minimizar el riesgo de futuros asaltos.

 

Temor a una fuga internacional 

Una de las principales preocupaciones de las autoridades es que los metales robados puedan haber salido del país, dada su alta demanda en el mercado internacional. La naturaleza compacta y transportable de los materiales robados hace que su trazabilidad sea un desafío una vez que cruzan las fronteras nacionales.

 

“Se teme que los materiales hayan salido del país,” señaló Manríquez. Las autoridades han implementado controles especiales en los puertos y fronteras cercanas para monitorear cualquier intento de exportación ilegal de los minerales robados. Esta vigilancia incluye la colaboración con aduanas y agencias internacionales en un esfuerzo por prevenir la salida de los materiales.

 

Tras lo hechos, la Asociación Minera de México emitió un comunicado condenando el asalto y solicitando medidas adicionales de seguridad en las zonas mineras del país. “Es imperativo que se refuercen los protocolos de transporte y seguridad en torno a los recursos minerales. Este evento pone en riesgo no solo a las empresas involucradas, sino también la seguridad y economía de nuestras comunidades mineras,” expresó el portavoz de la asociación.

 

En tanto, Newmont ha expresado su preocupación ante el robo, señalando que trabajará estrechamente con las autoridades para esclarecer los hechos y cooperar en la búsqueda de los responsables. Aunque la empresa no ha revelado detalles sobre el valor estimado de la carga robada, fuentes cercanas a la industria minera sugieren que se trata de una pérdida millonaria que podría afectar sus operaciones en la región.