En un esfuerzo por frenar el financiamiento del crimen organizado y la violencia, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México ha clausurado siete bares y chelerías en los municipios de Naucalpan y Tlalnepantla. Estas acciones forman parte de la Operación Atarraya, una estrategia integral que busca atacar directamente actividades delictivas vinculadas al narcotráfico, la trata de personas, las extorsiones y otros crímenes.
Durante el operativo, se inspeccionaron varios establecimientos en los municipios mencionados, resultando en el aseguramiento de bares como La Rumba, Malibú, Rock Bar, Clásico Chelero y Bar Tecate en Naucalpan; mientras que los bares El Barrigón y Medusa en Tlalnepantla. Con estas nuevas clausuras, la cifra de establecimientos asegurados asciende a 194 bares en 27 municipios del Estado de México, como Atizapán de Zaragoza, Chalco, Ecatepec, Nezahualcóyotl, y Toluca, entre otros.
El objetivo de estas intervenciones es atacar la infraestructura de los grupos delictivos, que utilizan estos lugares para financiar sus actividades ilícitas. La operación también ha sido clave para reducir delitos como la venta de drogas, el tráfico de personas y los homicidios, que afectan a las comunidades locales.
El operativo Atarraya es una acción conjunta entre varias autoridades, incluyendo la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional (GN), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y el gobierno del Estado de México. Esta colaboración busca una acción coordinada y efectiva en la lucha contra el crimen organizado en el estado.
Las autoridades reiteraron que, como parte de esta estrategia, las inspecciones y revisiones continuarán en otros establecimientos de la región. Además, se está implementando un enfoque preventivo para evitar que los bares y chelerías sean utilizados como centros de operaciones para actividades ilícitas.
En el marco de esta operación, también se sigue avanzando con investigaciones para desmantelar redes delictivas que se esconden detrás de estos negocios. Las autoridades instan a la ciudadanía a denunciar cualquier actividad sospechosa y colaborar con las fuerzas de seguridad para seguir reduciendo los índices de violencia.