18 noviembre, 2024

En su primera intervención en la Cumbre del G20, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó una ambiciosa propuesta para redirigir el 1 % del gasto militar de los países participantes hacia un programa global de reforestación basado en el modelo de Sembrando Vida, implementado en México desde hace cinco años.

 

Durante la mesa de trabajo titulada Lucha contra el hambre y la pobreza, Sheinbaum argumentó que esta iniciativa permitiría destinar hasta 24 mil millones de dólares anuales para subsidiar a seis millones de sembradores de árboles en todo el mundo, quienes reforestarían 15 millones de hectáreas. “Sería el programa de reforestación más grande de la historia”, señaló la mandataria.

https://x.com/claudiashein/status/1858542535133798686?s=46&t=53mDqopVqmsYmA-T1sQCuA

Beneficios sociales y ambientales

La presidenta explicó que este plan no solo ayudaría a mitigar el calentamiento global, sino que también generaría empleo temporal, reduciría la pobreza y frenaría la migración forzada. “Con ello, restauraríamos el tejido social y ofreceríamos a millones de familias una salida de la pobreza. La propuesta es dejar de sembrar guerras, sembremos paz y sembremos vida”, enfatizó ante los líderes del G20.

Sheinbaum también comparó la magnitud de la propuesta al señalar que las 15 millones de hectáreas a reforestar equivalen a cuatro veces la superficie de Dinamarca o toda la de Guatemala, Belice y El Salvador juntas.

 

Un llamado al sentido común global

En su discurso, Sheinbaum criticó el “sinsentido” de destinar mayores recursos a armamento que a combatir la pobreza y el cambio climático. “Me niego a pensar que somos capaces de crear inteligencia artificial e incapaces de dar la mano al que se quedó atrás. Elevemos la palabra amor por encima del odio, la generosidad por encima de la avaricia”, subrayó.

El ejemplo de México: Sembrando Vida

Como antecedente, la mandataria explicó que México invierte anualmente mil 700 millones de dólares en Sembrando Vida, un programa que apoya a 439 mil familias en el país y a 40 mil más en Guatemala, Honduras y El Salvador. En seis años, esta iniciativa ha reforestado más de un millón de hectáreas con mil cien millones de árboles, lo que equivale a capturar anualmente 30 millones de toneladas de CO2.

 

Sheinbaum concluyó que este modelo puede replicarse globalmente con un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático y la pobreza, haciendo un llamado a las principales economías del mundo para asumir esta responsabilidad compartida.