Clara Brugada, la próxima jefa de Gobierno de la Ciudad de México, acompañó a Claudia Sheinbaum en la entrega de su constancia de mayoría y validez como presidenta electa de México, un momento histórico no solo para ambas líderes sino para el país entero.
La ceremonia, que se llevó a cabo en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), fue el escenario donde Sheinbaum recibió el documento oficial que la acredita como la primera mujer presidenta electa de México, un logro destacado repetidamente por Brugada en sus declaraciones y publicaciones en redes sociales.
“Estamos felices acompañando a nuestra querida Claudia Sheinbaum en este momento histórico para México,” escribió Brugada en su cuenta de X, destacando la importancia del evento. La alegría y el orgullo eran palpables, no solo en sus palabras sino en el ambiente que se vivió durante la ceremonia.
Brugada, quien había estado en Colombia desde el domingo anterior, regresó justo a tiempo para ser parte de este hecho histórico. En Colombia, discutió temas cruciales como la crisis hídrica, la prevención de la violencia contra las mujeres y la seguridad, temas que resonaron con las prioridades de Sheinbaum para su próxima administración.
Durante su discurso en la ceremonia, Brugada enfatizó el significado de este logro para todas las mujeres del país: “Con ella, llegamos todas, y desde la Ciudad de México trabajaremos de la mano para construir el segundo nivel de la transformación,” manifestó, subrayando la visión compartida de fortalecer los lazos entre la gestión de la ciudad y la administración federal.
La presencia de Brugada no solo simbolizaba el apoyo político entre las dos líderes, sino también un mensaje fuerte sobre la unidad y el trabajo conjunto en la lucha por la equidad y el progreso social en México. La colaboración entre la Ciudad de México y el gobierno federal será crucial para abordar desafíos como la inseguridad, la desigualdad económica y los problemas ambientales, temas que Sheinbaum ha prometido poner en el centro de su agenda.
La ceremonia fue también una muestra de la solidaridad y la fuerza que puede emanar de la colaboración efectiva entre líderes comprometidas con el cambio y la mejora de la sociedad. Ambas figuras, Brugada y Sheinbaum, han sido claras en su compromiso de trabajar por un México más justo y sostenible.
En un país donde la política ha estado tradicionalmente dominada por figuras masculinas, la imagen de estas dos líderes, unidas en la celebración de un logro tan significativo, envía un mensaje poderoso sobre lo que es posible cuando las mujeres están en posiciones de liderazgo. Con la entrega de esta constancia, se abre un nuevo capítulo en la historia de México, uno que promete avances significativos hacia una mayor equidad y justicia social.