21 noviembre, 2024

 

Este domingo 29 de septiembre, cientos de ciudadanos de Culiacán, Sinaloa, salieron a las calles vestidos de blanco para exigir el cese de la violencia que asota la ciudad en las últimas tres semanas. Lo que en un principio debía ser una celebración por el 493 Aniversario de la Fundación de la ciudad, se convirtió en una marcha por la paz y la seguridad, ya que los ataques y enfrentamientos entre grupos del crimen organizado han generado un clima de inseguridad y miedo en la población.

 

La movilización, convocada por ciudadanos preocupados por la creciente violencia en la región, comenzó en la zona del Tres Ríos, uno de los puntos más afectados por los recientes enfrentamientos. Desde el pasado 9 de septiembre, esta área ha sido testigo de constantes tiroteos y actos de violencia que se han extendido a otros municipios del sur del estado.

 

El aniversario de Culiacán, una fecha que normalmente estaría marcada por festividades, fue opacado por el miedo y la inseguridad. Los festejos tradicionales fueron cancelados y los recursos destinados a la celebración fueron redirigidos para apoyar a las personas afectadas por la violencia. Con pancartas en mano y consignas como “Culichi que se respeta, quiere la paz completa”, los manifestantes exigieron un cambio en la situación actual.

Voces de una comunidad afectada

Durante la marcha, varios asistentes expresaron su frustración ante la incapacidad del gobierno para controlar la violencia en la región. Froilán Gallegos, uno de los manifestantes, señaló que “el crimen organizado está por encima del gobierno, está controlando al gobierno, y no el gobierno controlando al crimen”, destacando la percepción de una población que siente que las autoridades han perdido el control sobre la seguridad.

 

Por su parte, María José Castro, otra de las asistentes, habló sobre cómo la violencia ha afectado la vida cotidiana de los ciudadanos. “Queremos recuperar nuestras vidas, porque el Estado está secuestrado y no somos ya dueños de nuestra rutina”, expresó. La marcha fue una oportunidad para que los habitantes de Culiacán hicieran visible su desesperación y exigieran acciones concretas para poner fin a la ola de violencia que ha trastocado la normalidad de la ciudad.

 

Impacto en la comunidad: Desaparecidos y el miedo constante

Uno de los puntos más delicados de la situación actual en Culiacán es el alarmante aumento de desapariciones. En la Fiscalía General del Estado, el colectivo de madres buscadoras, conocido como Sabuesos Guerreras, colocó las fichas de más de 140 personas que han desaparecido en las últimas semanas. La líder del colectivo, María Isabel Cruz, lamentó que muchas de las personas localizadas en medio de esta crisis de violencia han sido encontradas sin vida. Además, destacó el peligro al que se enfrentan los colectivos de búsqueda, ya que el riesgo de salir a las calles en estos momentos es demasiado alto.

 

“Estamos viviendo con miedo todos los días, no podemos ni salir a buscar a nuestros seres queridos porque nos enfrentamos a la violencia directamente. Cada día es más difícil”, comentó Cruz, visiblemente afectada por la situación.

 

Además de las desapariciones, la violencia ha afectado otros aspectos de la vida en Culiacán. Las escuelas han tenido que adoptar la educación en línea debido a la inseguridad en las calles y muchos negocios han cerrado o reducido sus horarios de operación por temor a ser saqueados. Maricela Cázares, una residente de la ciudad, expresó su ansiedad diaria al salir a la calle:

“A veces siento como un estrés constante, ya no puedes salir sin sentir miedo. Todo es peligroso en Culiacán; te pueden quitar el carro o cualquier cosa, ya no hay seguridad en ninguna parte”.

 

Una ciudad que pide justicia y seguridad

La marcha concluyó en un parque cercano, donde los manifestantes participaron en actividades culturales como una forma de reforzar el mensaje de paz y unidad. Durante la jornada, se realizaron presentaciones artísticas y musicales, en un esfuerzo por recuperar un sentido de comunidad y normalidad en medio del caos.

 

La movilización reunió a unas 500 personas, todas unidas por un mismo objetivo: exigir que las autoridades tomen medidas urgentes para restaurar la paz en la ciudad. A través de carteles y cánticos, la ciudadanía dejó claro que no permitirá que la violencia siga controlando sus vidas.

 

Aunque la marcha fue pacífica, las exigencias de los ciudadanos no fueron menos contundentes. Exigen una respuesta del gobierno local y federal para devolverles la seguridad y la tranquilidad que merecen. “Culiacán es nuestro hogar, y merecemos vivir sin miedo”, expresó una joven que participaba en la protesta.

 

Crisis de inseguridad que se extiende más allá de Culiacán

El problema de la violencia no es exclusivo de Culiacán, sino que se ha extendido a otros municipios cercanos en Sinaloa. La región ha sido un punto crítico en la lucha contra el crimen organizado durante años, pero los recientes ataques han puesto en evidencia la incapacidad del gobierno para contener la violencia de manera efectiva.

 

El gobernador del estado, Rubén Rocha Moya, ha enfrentado críticas por la falta de resultados en materia de seguridad, y muchos ciudadanos exigen una mayor presencia de las fuerzas federales para restablecer el orden. En las últimas semanas, se han intensificado los operativos de seguridad, pero la percepción general es que no han sido suficientes para detener la escalada de violencia.

 

En respuesta a las críticas, el gobierno estatal ha prometido reforzar la presencia de elementos de la Guardia Nacional y el Ejército en las zonas más conflictivas, aunque los ciudadanos demandan resultados tangibles y soluciones a largo plazo. “No basta con más militares en las calles, necesitamos una estrategia integral que incluya prevención y reconstrucción del tejido social”, comentó Froilán Gallegos, uno de los líderes de la marcha.