28 septiembre, 2024

 

El ciclón tropical ‘Helene’ ha dejado un saldo devastador en el sureste de Estados Unidos, provocando la muerte de 44 personas y causando daños masivos en cuatro estados. Aunque debilitado a tormenta tropical, ‘Helene’ tocó tierra como un huracán de categoría 4, el más potente registrado en la historia reciente de la región de Big Bend, Florida. Las autoridades locales continúan luchando por restablecer el orden y rescatar a aquellos que aún se encuentran atrapados entre inundaciones y escombros.

 

Balance de Víctimas y Daños

Hasta ahora, las autoridades han confirmado la muerte de 44 personas en diferentes estados: 20 en Carolina del Sur, 15 en Georgia, 7 en Florida, 1 en Virginia y 1 en Carolina del Norte. Entre las víctimas se incluyen dos bomberos que perdieron la vida en labores de rescate y una madre de 27 años junto con sus dos gemelos de un mes, que murieron cuando un árbol cayó sobre su vivienda en Carolina del Sur, según informó la cadena Telemundo.

 

Las pérdidas humanas han sido la consecuencia más trágica, pero los daños materiales también son significativos. En Florida, donde ‘Helene’ tocó tierra, se reportan cientos de casas destruidas, infraestructuras colapsadas y al menos 36 vehículos eléctricos que se incendiaron debido a las inundaciones, causando aún más caos y peligro.

 

El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) emitió alertas sobre “inundaciones históricas y catastróficas” que afectaron principalmente a los estados del sureste. Atlanta, Georgia, registró una cantidad de lluvia sin precedentes en las últimas 48 horas, con un total de 28.2 centímetros, superando el récord anterior establecido en 1886. Según la Oficina del Climatólogo Estatal de Georgia, la ciudad no había experimentado una tormenta de estas magnitudes en casi 150 años.

 

En Atlanta, las inundaciones causaron que un complejo de apartamentos fuera evacuado de emergencia por las autoridades locales y los equipos de rescate realizaron más de mil operativos de salvamento acuático en varios estados afectados. Las imágenes de las comunidades completamente anegadas y las calles convertidas en ríos se han viralizado, evidenciando la magnitud de la catástrofe.

 

Reacciones Políticas y Medidas de Emergencia

La vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, quien se encontraba en Douglas, Arizona, por una gira de campaña, dedicó un momento de su discurso para instar a los residentes de las zonas afectadas a seguir las instrucciones de las autoridades locales. “La tormenta sigue siendo peligrosa y mortal, se han perdido vidas y el riesgo de inundaciones sigue siendo alto,” advirtió Harris, subrayando la importancia de acatar las órdenes de evacuación.

 

Por su parte, el presidente Joe Biden se ha mantenido en constante comunicación con los gobernadores de los estados afectados, mientras que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró que los daños causados por ‘Helene’ han superado a los de otros huracanes recientes como Idalia y Debby. “Es un verdadero golpe para estas comunidades,” declaró DeSantis en una entrevista con Fox News, anunciando además la movilización de la Guardia Nacional para labores de búsqueda, rescate y restablecimiento del servicio eléctrico en las zonas más afectadas.

 

Hospitales en Situación Crítica

El impacto de ‘Helene’ ha sido particularmente grave en algunas instalaciones de salud. En el estado de Tennessee, 54 personas quedaron atrapadas en el Hospital del Condado de Unicoi, en la ciudad de Erwin, debido a una repentina inundación que hizo imposible la evacuación terrestre. Entre los atrapados se encontraban pacientes, médicos y enfermeras que tuvieron que refugiarse en el techo del hospital. Aunque se intentó utilizar botes de rescate, las condiciones del agua impidieron su operación y finalmente helicópteros fueron desplegados para evacuar a la mayoría de los afectados.

 

Testimonios

Los residentes de las áreas afectadas por el ciclón relatan momentos de pánico y desesperación. Larry Bailey, un residente de Perry, Florida, compartió su experiencia en una entrevista para medios locales: “Soy de Florida, así que estoy un poco acostumbrado, pero en un momento me dio mucho miedo. Era como si mi casa fuera a volar,” relató Bailey, de 32 años, quien pasó la noche refugiado con sus dos sobrinos y su hermana en una pequeña casa de madera.

 

En Steinhatchee, Florida, Curtis Drafton, un voluntario de búsqueda y rescate de 48 años, expresó su preocupación por el futuro: “Tenemos que empezar a preguntarnos: ¿es ésta la nueva normalidad? ¿Va a suceder todos los años?” Drafton, al igual que muchos residentes de la región, se pregunta si las tormentas devastadoras se convertirán en un fenómeno regular, consecuencia del cambio climático.

 

Por su parte, Gabe Doty, un empleado municipal de Cedar Key, lamentó la destrucción que ha dejado ‘Helene’: “Me rompe el corazón ver esto así. No hemos tenido suerte. Nuestro futuro es muy gris,” dijo con voz sombría al observar los daños en su comunidad.

 

Los Retos

El ciclón ‘Helene’ continúa su avance hacia el noroeste de Estados Unidos, aunque debilitado, aún representa un peligro para otras comunidades. La advertencia de inundaciones repentinas sigue vigente en varias zonas y los equipos de emergencia trabajan sin descanso para rescatar a aquellos atrapados y brindar apoyo a los más necesitados. Sin embargo, se espera que las labores de reconstrucción y recuperación sean largas y complicadas, especialmente en las áreas más afectadas como Florida y Georgia.

 

A medida que se realizan más análisis, la conversación sobre los efectos del cambio climático y la preparación para desastres naturales ha vuelto a ser un tema central. Los líderes políticos, expertos y ciudadanos exigen acciones más concretas para mitigar los impactos de fenómenos meteorológicos extremos que, según muchos, parecen volverse cada vez más frecuentes y destructivos.

 

El panorama para las zonas afectadas por ‘Helene’ es desolador, pero la solidaridad entre las comunidades y los esfuerzos incansables de los equipos de rescate ofrecen un rayo de esperanza en medio de la tragedia. Mientras tanto, Estados Unidos se enfrenta a una dura realidad: la necesidad urgente de prepararse mejor para enfrentar futuras tormentas y minimizar sus impactos devastadores.