21 noviembre, 2024

La Universidad de la Salud de la Ciudad de México celebró la Ceremonia del Paso de la Luz para su primer generación de graduados de la Licenciatura en Enfermería Familiar y Comunitaria. Este acto simbólico no solo marca la culminación de un intenso periodo de estudios y prácticas, sino que también representa el traspaso de responsabilidades y conocimientos de una generación a la siguiente en el campo de la enfermería.

 

El Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, en su discurso hizo énfasis en la evolución de la percepción de la enfermería, al pasar de ser vista como una profesión subordinada a una esencial y autónoma. Destacó que “la enfermería es una profesión por sí misma, tiene su propio perfil y en las tareas del acceso al derecho a la salud, confluyen varias profesiones: la medicina, el trabajo social, la enfermería”.

 

 

El Enfoque Familiar y Comunitario

El nombre del programa, “Enfermería Familiar y Comunitaria”, subraya la importancia del papel de los enfermeros en el apoyo a las comunidades y familias, algo que el Jefe de Gobierno aplaudió por acentuar el carácter social de esta profesión. Este enfoque es crucial en un momento donde “los procesos de privatización de la salud… han vulnerado el acceso al derecho a la salud”, y donde eventos como la pandemia han demostrado la necesidad crítica de profesionales de la salud competentes y compasivos.

 

La Secretaria de Educación, Ciencia y Tecnología de la Ciudad de México, compartió su emoción y orgullo por la primera generación de graduados, destacando el papel de la educación en la formación de profesionales que no solo cuidan, sino que también educan y empoderan a sus comunidades. Expresó su gratitud al Jefe de Gobierno por su apoyo constante y su compromiso con la mejora de la educación y la salud pública.

 

 

El evento también sirvió como un momento de reconocimiento y reflexión sobre la historia y el simbolismo detrás de la enfermería. La ceremonia del Paso de la Luz, inspirada por Florence Nightingale, se convierte en un ritual de traspaso de conocimientos y responsabilidades, con la lámpara simbolizando la luz de la esperanza y la dedicación al cuidado del paciente.

 

 

Llamado a la Acción

Al concluir la ceremonia, se hizo un llamado a los nuevos profesionales para que asuman su rol con dedicación y humanidad. La Dra. Lilia Elena Monroy Ramírez de Arellano, Directora General de la Universidad de la Salud, animó a los graduados a “retornar a la sociedad, que les ha permitido formarse en las Ciencias de la Salud, convirtiéndose en profesionistas que permitan hacer realidad sus ideales”.

 

 

 

Esta ceremonia no solo fue un evento de graduación, sino también una afirmación del compromiso continuo de la Universidad de la Salud con la formación de profesionales capaces de enfrentar y superar los retos del cuidado de la salud. Los graduados salen no solo con un diploma, sino con una misión: mejorar la salud y el bienestar de sus comunidades, apoyados por una educación sólida y un sentido profundo de responsabilidad social.