El empresario Carlos Ahumada será extraditado a México desde Argentina el próximo martes 16 de julio de 2024, tras haber pasado un mes en una cárcel de Buenos Aires. Ahumada, conocido por su implicación en varios escándalos políticos en México, será trasladado bajo estrictas medidas de seguridad dispuestas por la Fiscalía General de la República (FGR).
Ahumada fue detenido en Argentina gracias a una ficha roja emitida por Interpol. Su traslado será ejecutado por orden del Juzgado Criminal y Correccional Federal número 9 de Argentina. El proceso de extradición comenzará la noche del lunes 15 de julio, cuando Ahumada sea escoltado desde la cárcel hasta el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Desde allí, abordará un vuelo comercial hacia México, acompañado por dos oficiales de la Policía Federal Ministerial, adscritos a la Interpol.
Medidas de Seguridad y Protección
La FGR ha tomado todas las precauciones necesarias para asegurar un traslado sin incidentes. Los oficiales asignados a custodiar a Ahumada están entrenados para manejar situaciones de alta seguridad, garantizando que el empresario llegue a México sin contratiempos. La llegada está prevista para la mañana del martes 16 de julio.
Situación Legal en México
Una vez en suelo mexicano, Carlos Ahumada no podrá ser detenido ni enviado a prisión de inmediato debido a una suspensión provisional otorgada por un juzgado de la Ciudad de México. Esta medida judicial protege a Ahumada de una detención inmediata a su llegada, permitiéndole enfrentar los cargos en su contra sin ser encarcelado. La Fiscalía de la Ciudad de México lo acusa de fraude genérico y fraude genérico continuado, delitos que, según sus abogados, ya han prescrito.
Carlos Ahumada es una figura polémica en el ámbito político mexicano. Su detención y extradición responden a cargos que tienen un largo historial en el sistema judicial del país. Los delitos de fraude por los que se le acusa han sido objeto de intensos debates legales y políticos. La defensa de Ahumada sostiene que dichos delitos ya no son perseguibles, lo cual añade una capa de complejidad a su situación legal.
La extradición de Carlos Ahumada no solo tiene repercusiones legales, sino también políticas y sociales. Su regreso a México y el manejo de su caso serán observados de cerca por diversos actores políticos y la opinión pública. Este evento podría reavivar viejas controversias y generar nuevas discusiones sobre la justicia y la legalidad en el país.