En un importante avance en las investigaciones sobre el caso Ayotzinapa, Alejandro Palacios Benítez, alias El Cholo Palacios, fue detenido en el municipio de Tlatlaya, Estado de México, como parte de las acciones judiciales que buscan esclarecer los hechos ocurridos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, cuando 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa fueron desaparecidos.
Palacios Benítez, quien fue jefe de plaza de Guerreros Unidos en municipios clave como: Taxco, Huitzuco y Tepecoacuilco en Guerrero, estaba bajo investigación desde 2020 debido a su presunta participación en los hechos. De acuerdo con Alejandro Encinas, ex titular de la Comisión para la Verdad en el Caso Ayotzinapa (Covaj), la detención de Palacios es un hecho significativo que podría proporcionar información crucial sobre las complicidades entre autoridades de diferentes niveles de gobierno y grupos criminales, además de posibles pistas sobre el paradero de los normalistas.
El Cholo Palacios no es nuevo en el radar de las autoridades. En 2015, fue arrestado por delincuencia organizada, aunque no se le relacionó entonces con el caso Ayotzinapa. Fue liberado meses después por un juez, lo que generó controversia. Esta vez, la aprehensión fue ejecutada con base en una orden de captura solicitada por la Fiscalía General de la República (FGR) en la causa penal 5/2020, en la cual se le imputan delitos de delincuencia organizada y desaparición forzada.
Según testimonios de testigos colaboradores, Palacios Benítez estuvo involucrado en el ataque a los normalistas, un crimen perpetrado por Guerreros Unidos. En una de las grabaciones, Palacios advierte a Gildardo López Astudillo, conocido como El Cabo Gil, sobre la llegada de Los Rojos a Iguala, lo que presuntamente desató la agresión a los estudiantes.
A lo largo de la operación de captura, se destacó la colaboración de diversas fuerzas de seguridad, incluyendo la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional. En el momento de su arresto, Palacios intentaba emigrar a los Estados Unidos con su familia, lo que muestra el nivel de preparación y fuga que mantenía.
El narcotraficante, con conexiones dentro de Guerreros Unidos, también fue señalado por su participación en secuestros, cobro de piso y otros crímenes, incluida la desaparición de al menos ocho personas en Cocula, Guerrero.
Con su captura, las autoridades esperan dar un paso clave para desentrañar los pormenores de una de las desapariciones más emblemáticas de la historia reciente de México. La justicia sigue su curso, pero las víctimas esperan respuestas claras sobre el destino de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.