20 septiembre, 2024

 

La Cámara de Diputados aprobó, con 362 votos a favor, 131 en contra y ninguna abstención, la reforma que permite que la Guardia Nacional (GN) pase a ser parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), transformando su estructura y alineando sus operaciones bajo un mando militar. Esta decisión ha generado intensos debates, tanto dentro como fuera del recinto legislativo, con defensores de la reforma que aseguran que fortalecerá la seguridad pública, mientras que sus críticos afirman que abre la puerta a la militarización del país.

 

Debate encendido: Argumentos a favor y en contra

El dictamen aprobado incluye la reforma de 12 artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, estableciendo que la Guardia Nacional será una fuerza de seguridad pública profesional, permanente e integrada por personal de origen militar y marino con formación policial, bajo la dependencia directa de la Sedena. Según la propuesta, esta medida busca reforzar la seguridad pública y combatir la delincuencia organizada, uno de los principales retos que enfrenta México desde hace décadas.

 

 

El diputado de Morena, Sergio Carlos Gutiérrez Luna, defensor de la reforma, explicó que la Guardia Nacional tiene la capacidad de ampliar su jurisdicción y participar activamente en la ejecución de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública. “Esta reforma asegura que la Guardia Nacional estará bajo un mando disciplinado, con control y un orden indiscutible, lo que fortalecerá su actuación en el combate a la delincuencia organizada”, argumentó Gutiérrez Luna.

 

Por su parte el jefe de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, celebró la aprobación de la reforma como un paso crucial hacia la recuperación de la paz en el país. “Frente a lo que está ocurriendo en México, creo sinceramente que esta reforma es un instrumento constitucional eficaz para enfrentar a la delincuencia organizada. No solo beneficiará a estados como Sinaloa, sino que tendrá un impacto en todo el territorio nacional”, afirmó Monreal durante su intervención.

 

Críticas de la oposición: ¿Militarización del país?

La oposición no tardó en manifestar su desacuerdo. Varios diputados de partidos como el PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (MC) argumentaron que esta reforma representa un paso hacia la militarización del país, lo cual contraviene acuerdos internacionales y podría significar el debilitamiento de las policías locales y civiles.

 

Rubén Moreira Valdez, coordinador del PRI, fue uno de los principales críticos, asegurando que el gobierno actual ha abandonado la responsabilidad de garantizar la seguridad mediante el monopolio del uso de la fuerza pública. “Lo que estamos viendo es la destrucción de las Fuerzas Armadas tal como las conocemos. Morena dice que apoya al Ejército, pero en realidad lo está usando para destruirlo desde dentro”, advirtió Moreira, haciendo referencia a tensiones internas dentro del Ejército.

 

 

El diputado Héctor Saúl Téllez (PAN) también levantó la voz para acusar al gobierno de Morena de haber engañado al Congreso y a la ciudadanía. Según Téllez, en 2019 se llegó a un consenso para crear la Guardia Nacional con un mando civil, pero la reforma actual cambia completamente ese principio. “Nos prometieron que el mando sería civil y que fortalecerían las policías locales. Hoy vemos cómo ese compromiso ha sido abandonado”, reclamó el legislador panista.

 

En la misma línea, la diputada Patricia Mercado (MC) señaló que esta reforma no solucionará los problemas de violencia e inseguridad en el país. Mercado propuso, en cambio, una estrategia enfocada en fortalecer las capacidades locales y estatales. “Esta reforma centraliza el poder en las Fuerzas Armadas, cuando lo que necesitamos es fortalecer las policías municipales y estatales para atender el problema desde lo local”, subrayó.

 

Asegurando derechos: Beneficios para el personal de la GN

Uno de los aspectos que destacó en el debate fue el tratamiento que recibirán los 128 mil efectivos que actualmente integran la Guardia Nacional. Según el dictamen, el personal militar y naval que integra la GN será reclasificado, pasando a depender de la Sedena, pero mantendrán sus derechos adquiridos dentro de las Fuerzas Armadas, incluyendo el acceso a los beneficios de las instituciones de seguridad social militar.

 

El diputado Eruviel Ávila, del PVEM y exgobernador del Estado de México, elogió esta disposición, asegurando que garantiza justicia para los efectivos de la GN y sus familias. “Con esta reforma, aseguramos que los hombres y mujeres que conforman la Guardia Nacional tengan acceso a los servicios de salud y seguridad social que merecen, en reconocimiento a su valiente labor por la seguridad del país”, comentó Ávila durante su intervención.

Respaldo a la reforma: “No es militarización”

Los defensores de la reforma dentro de la bancada oficialista argumentaron que el uso de personal militar en funciones de seguridad no significa una militarización del país. La diputada Flores Carrales, exalcaldesa de Escobedo y titular de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública, explicó que el término “militarización” implica un aumento del poder militar sobre las funciones civiles, algo que, según ella, no está ocurriendo en México.

 

La militarización ocurre cuando se da un aumento progresivo de poder militar en áreas que deberían estar a cargo de autoridades civiles. Eso no es lo que está pasando aquí. Estamos garantizando disciplina, control y un marco de actuación claro para la Guardia Nacional, siempre con respeto a los derechos humanos”, enfatizó Carrales.

 

Ricardo Mejía Berdeja, del PT, también defendió la reforma señalando que la Guardia Nacional ya está operando bajo la dirección de la Sedena en la práctica, y que formalizar esta relación traerá más orden y efectividad en el combate al crimen organizado. “No podemos ser hipócritas. Muchos gobernadores y alcaldes de la oposición piden la presencia del Ejército en sus estados y municipios, pero aquí critican su participación. Este es un paso necesario para garantizar la seguridad”, afirmó Mejía Berdeja.

 

Próximo paso al Senado

Tras la aprobación en la Cámara de Diputados, la reforma pasará al Senado, donde se espera que sea discutida y aprobada en los próximos días. El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, anunció que la reforma será discutida en las Comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos antes de pasar al pleno. Con 86 votos a favor en el Senado, Morena y sus aliados confían en tener la mayoría necesaria para aprobar la reforma constitucional.

 

 

Fernández Noroña aseguró que varios senadores del PAN y del PRI han expresado su apoyo a la reforma, lo que garantizaría su aprobación en la Cámara Alta. “Estamos hablando de una reforma que responde a la necesidad urgente de enfrentar la inseguridad en el país. Incluso algunos senadores de oposición han entendido la importancia de contar con una Guardia Nacional fuerte y bien coordinada”, declaró el senador.

La aprobación de la reforma para que la Guardia Nacional pase a ser parte de la Sedena marca un hito en la política de seguridad del país. Mientras que los defensores de la reforma confían en que fortalecerá la lucha contra la delincuencia organizada, los críticos temen que esta medida conlleve un riesgo de militarización y afecte el desarrollo de las policías locales.

 

El debate continúa, pero lo cierto es que el tema de la seguridad sigue siendo uno de los mayores desafíos para México, y la reforma de la Guardia Nacional promete ser una herramienta central en la estrategia del gobierno para enfrentar este problema en los próximos años.