Después de 27 días de permanecer bajo aguas negras, los habitantes de Chalco comienzan a ver una leve luz al final del túnel. Desde la mañana de hoy, los niveles de agua en las calles y casas han disminuido en 70 centímetros, marcando un pequeño alivio para quienes han estado lidiando con esta devastadora inundación; pero la alegría por la reducción del agua, se mezcla con la tristeza al observar la magnitud de las pérdidas.
Los vecinos han empezado a limpiar sus viviendas y aunque el agua ha descendido, todavía alcanza las rodillas. Gerardo García, residente de la calle Tlaxcaltecas, expresó sentimientos encontrados: “Estamos tristes y a la vez contentos porque esta avanzando un poco, pero todas las pérdidas que tenemos no podemos calcularlas ya. Perdimos prácticamente todo”, comentó. García recordó que el agua en su casa subió un metro con 20 centímetros y a pesar de la reducción de 70 centímetros, sigue trabajando arduamente con palas y cubetas para evacuar lo restante.
Mientras tanto en las calles, los soldados continúan con las labores de remoción del agua y lodo, especialmente en áreas no pavimentadas que siguen siendo un desafío. Los residentes de calles como Tarascos, Mexicas y Tlaxcaltecas enfrentan la dura realidad de sus pertenencias destruidas. Juan, otro vecino, describió la devastación al encontrar su lavadora, estufa y refrigerador arruinados, mientras su esposa lloraba al ver los daños en su hogar.
A pesar de los esfuerzos para recuperar algo de lo perdido, muchos afectados sienten que no recibirán el apoyo prometido. Gilberto Torres de la calle Mexicas señaló la frustración con el gobierno, que había prometido un censo de daños que fue cancelado por razones de seguridad. “Sentimos tristeza y un poco de felicidad porque vamos a limpiar nosotros, pero el gobierno nada de nada”, dijo Torres, quien también cuestionó la veracidad del apoyo prometido en años anteriores.
La comunidad está agotada y desilusionada, especialmente después de promesas incumplidas de apoyo en el pasado. “A veces solo nos dan papelitos que dicen que nos darán algo y ahí se quedan”, añadió un residente. La prioridad ahora es más práctica: los habitantes piden la instalación de un colector para evitar futuras inundaciones, en lugar de recibir artículos que no cubren las necesidades reales.
El camino hacia la recuperación será largo para Chalco, pero la reducción en los niveles de agua ofrece un primer paso crucial para la recuperación y la reconstrucción de sus hogares.