La Ciudad de México enfrenta un serio desafío en la gestión de residuos: solo el 24.9% de los camiones recolectores de basura está en buenas condiciones. De un total de 2,724 unidades, la mayoría presenta problemas que van desde motores que emiten humo hasta fallas en suspensión y sistemas hidráulicos, según el Inventario de Residuos Sólidos más reciente.
Este panorama supone un reto importante para la jefa de Gobierno, Clara Brugada, quien al tomar posesión del cargo propuso una solución ambiciosa: por cada camión de basura que compren las alcaldías, el gobierno central pondrá otro. La oferta fue bien recibida por varios alcaldes de oposición, quienes afirmaron que esta medida puede fortalecer el sistema de recolección de residuos.
Luis Mendoza, alcalde de Benito Juárez, celebró la propuesta y destacó que es una oportunidad para mejorar el sistema de limpia en su demarcación. Asimismo, el alcalde de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, pidió que se destinen más recursos para contar con el personal necesario que asegure el funcionamiento de estos vehículos.
Sin embargo, el problema va más allá de la adquisición de nuevos camiones. De los 552 camiones más recientes (comprados entre 2014 y 2022), 33.33% ya se encuentran en malas o regulares condiciones; es decir, una renovación del parque vehicular no solo debe enfocarse en comprar nuevas unidades, sino también en mantener adecuadamente las existentes, como señaló Alessandra Rojo de la Vega, alcaldesa de Cuauhtémoc, quien mencionó la necesidad de mejorar el mantenimiento preventivo.
A nivel operativo, la situación es crítica en alcaldías como Gustavo A. Madero, que cuenta con 164 camiones en malas condiciones, y Venustiano Carranza, con 137 unidades deterioradas. Además, algunas alcaldías siguen utilizando camiones adquiridos en la década de 1970, lo que hace que la recolección de residuos sea aún más compleja.
Por su parte, el alcalde de Coyoacán, Giovani Gutiérrez, expresó que aunque la propuesta es buena, los recursos asignados a las alcaldías para 2025 podrían no ser suficientes para cubrir la renovación total de los camiones. Esto implica que las soluciones deben ser realistas y acompañadas de un presupuesto adecuado.
El programa de Brugada es un paso importante, pero la verdadera prueba será implementar una estrategia integral que mejore el mantenimiento y modernice la flota de recolección de basura, mientras se asegura que los camiones en operación cumplan con los estándares de seguridad y eficiencia necesarios para una ciudad de la magnitud de la CDMX.