La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad una reforma que establece el 1° de octubre como día de descanso obligatorio cada seis años, en concordancia con la toma de posesión del nuevo Presidente de la República, hecho que quedará registrado en la historia con la fecha 24 de septiembre del 2024.
Esta reforma a la fracción VII del artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo armoniza la normativa laboral con el artículo 83 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que fija el 1° de octubre como la fecha en la que el titular del Ejecutivo Federal asume su mandato por un periodo de seis años.
La aprobación del decreto fue inmediata y sin necesidad de debate. Los 398 diputados presentes votaron a favor de la reforma, lo que demuestra el amplio consenso que existe entre las diferentes fuerzas políticas sobre la importancia de este ajuste legal. Tras la votación, la minuta fue turnada al Ejecutivo Federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), y se espera que entre en vigor al día siguiente de su publicación.
Armonización de la ley laboral con la Constitución
La reforma fue considerada urgente y de obvia resolución, ya que busca corregir una “desarmonización” existente entre la Ley Federal del Trabajo y la Constitución. Hasta antes de esta reforma, el 1° de diciembre era el día de descanso obligatorio en el que se realizaba la transmisión del Poder Ejecutivo, pero con la reforma constitucional de 2014, que adelantó la toma de protesta presidencial al 1° de octubre, esta fecha se volvió inconsistente con la normativa laboral.
La diputada Jimena López, del partido Morena, destacó la importancia de esta modificación: “Es un paso necesario para armonizar nuestras leyes y garantizar que los trabajadores tengan el tiempo para participar y reflexionar sobre la relevancia del cambio de mando en el Ejecutivo Federal. Esta reforma no solo corrige un desajuste en la ley, sino que fortalece los derechos laborales en el contexto de nuestra vida democrática”.
Un día de descanso cada seis años
El 1° de octubre, que se implementará por primera vez este año con la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México, se sumará a los días de descanso obligatorio contemplados por la Ley Federal del Trabajo. Cada seis años, este día será reconocido como un asueto para todos los trabajadores del país, incluidos aquellos que laboran en el sector público.
La diputada Alejandra González, del Partido Acción Nacional (PAN), apoyó la medida y enfatizó la necesidad de adaptarse a las reformas previas: “El ajuste que hoy aprobamos nos permite avanzar en la consolidación de una transición de poder ordenada y respetuosa de los derechos de los trabajadores. Es crucial que nuestro marco laboral esté en consonancia con las reformas constitucionales que hemos aprobado en los últimos años”.
Durante la sesión, a pesar de que no hubo oradores que se pronunciaran en contra de la propuesta, algunos legisladores aprovecharon para resaltar la importancia de la reforma en el contexto histórico actual. El diputado Clemente Castañeda, de Movimiento Ciudadano (MC), subrayó que este nuevo día de descanso no solo responde a una cuestión técnica de la ley, sino que también tiene un profundo significado simbólico: “Cada seis años, este día nos recordará la relevancia de la democracia, el cambio pacífico de poder y la importancia de las instituciones en nuestra sociedad”.
Por su parte, la diputada Susana Zatarain, del Partido del Trabajo (PT), destacó el valor de este nuevo día de descanso para los trabajadores: “Es fundamental que los trabajadores cuenten con los derechos que les permitan hacer una pausa en su vida laboral, reflexionar sobre los cambios políticos y disfrutar del descanso que merecen. Este es un logro más para la clase trabajadora”.
Entrada en vigor y próximas implicaciones
El decreto estipula que la reforma entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, lo que significa que este 1° de octubre de 2024 ya será un día de descanso obligatorio en todo el país. Este primer día de asueto coincidirá con la toma de protesta de Claudia Sheinbaum, lo que le otorga un doble significado: será no solo un cambio de gobierno, sino también el estreno de este nuevo derecho para los trabajadores mexicanos.
Esta reforma refuerza el derecho al descanso reconocido en instrumentos internacionales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. La legislación mexicana, al otorgar este nuevo día de descanso obligatorio, avanza en la protección de los derechos de los trabajadores, garantizando que puedan disfrutar de un respiro cada seis años en un día de gran relevancia para el país.
El diputado Manuel Añorve, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), hizo hincapié en que esta modificación es coherente con el marco legal internacional y refuerza la postura de México como un país comprometido con los derechos laborales: “Estamos en línea con las mejores prácticas internacionales, y con esta reforma damos un paso más para garantizar que el descanso sea un derecho pleno para todos los trabajadores”.
Otros días de descanso en México
Con la incorporación del 1° de octubre al calendario laboral, los días de descanso obligatorio en México son los siguientes:
- 1 de enero: Año Nuevo
- Primer lunes de febrero: Día de la Constitución
- Tercer lunes de marzo: Natalicio de Benito Juárez
- 1 de mayo: Día del Trabajo
- 5 de mayo: Batalla de Puebla
- 16 de septiembre: Día de la Independencia
- Tercer lunes de noviembre: Día de la Revolución Mexicana
- 25 de diciembre: Navidad
La senadora Citlalli Hernández, de Morena, enfatizó la importancia de mantener un equilibrio entre las responsabilidades laborales y el descanso: “Con esta nueva adición, no solo estamos armonizando la ley, sino también brindando a los trabajadores más oportunidades de descanso, que es esencial para su bienestar físico y mental”.
La aprobación del 1° de octubre como día de descanso obligatorio representa un avance significativo en la armonización de la Ley Federal del Trabajo con la Constitución, garantizando que el cambio de poder en el Ejecutivo Federal se celebre con un asueto para los trabajadores. Esta reforma, además de ser un ajuste técnico, tiene un importante significado simbólico, ya que refuerza los principios democráticos y los derechos laborales en México.