Con 24 votos a favor de Morena, PT y PVEM, la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados aprobó anoche tres reformas clave para el Poder Judicial (PJ). Las iniciativas, que incluyen la Ley Orgánica del PJ, la Ley de Carrera Judicial y la Ley de Responsabilidades Administrativas, buscan reconfigurar la estructura del sistema judicial, pero han generado un fuerte debate entre oficialismo y oposición.
Reformas aprobadas e impacto
Los legisladores oficialistas defendieron los cambios como un avance necesario para combatir la corrupción, el nepotismo y la impunidad en el Poder Judicial. Estas leyes secundarias regulan:
- Nueva estructura del PJ, separando responsabilidades administrativas de las disciplinarias.
- Desarrollo de una carrera judicial basada en méritos.
- Creación del Tribunal de Disciplina Judicial, encargado de investigar y sancionar a juzgadores con resoluciones inapelables.
La diputada Lilia Aguilar (PT) afirmó que estas modificaciones son cruciales para evitar que los jueces sancionados sean exonerados mediante amparos, como sucedía en el pasado.
“En el Consejo de la Judicatura, se tapaban unos a otros. Solo el 7% de los jueces denunciados perdió su empleo y pudo recuperarlo con amparos. Esto debe cambiar”, enfatizó Aguilar.
Maricarmen Bernal (PT) agregó que el Consejo de la Judicatura había demostrado ser ineficiente, permitiendo que jueces actuaran sin consecuencias.
Críticas de la oposición
La aprobación de estas reformas no estuvo exenta de controversia. La oposición acusó al oficialismo de buscar el control absoluto del Poder Judicial, debilitando su independencia. El diputado Emilio Juárez Licona (PRI) advirtió: “Estas leyes secundarias no tienen otro objetivo que otorgar el control absoluto del Poder Judicial a la mayoría en el Congreso”.
Margarita Zavala (PAN) calificó la aprobación como un “oscuro momento histórico”, argumentando que las modificaciones crean un órgano excesivamente poderoso con 50 facultades. “Estamos viendo cómo se consolida un control centralizado que pone en riesgo la independencia del Poder Judicial y la justicia misma”, señaló Zavala.
Por su parte, Mariana Benítez (Morena) defendió las reformas argumentando que buscan transparencia y la erradicación de la corrupción. “El Consejo de la Judicatura fue incapaz de detener abusos y redes clientelares. Este cambio es necesario y urgente”, afirmó Benítez.
Posturas de aliados y oficialismo
Raúl Bolaños Cacho (PVEM) respaldó las reformas y cuestionó las críticas de la oposición: “Ocurrencia es repetir lugares comunes vacíos, mientras el principal reclamo de la gente es justicia. Estas leyes responden a ese llamado”.
Ricardo Mejía (PT) fue más enfático, señalando que era momento de “dar cristiana sepultura” al Consejo de la Judicatura, al que calificó como un “elefante blanco”. Morenistas y sus aliados subrayaron que estas modificaciones pondrán fin al nepotismo y la corrupción en el Poder Judicial, garantizando un sistema más justo y transparente.
Debate polarizado
El intenso debate entre oficialismo y oposición refleja las tensiones en torno al futuro del sistema judicial en México. Mientras los legisladores de Morena y sus aliados ven en estas reformas una oportunidad para corregir fallas históricas, sus detractores temen que se trate de un movimiento para concentrar el poder y debilitar la independencia judicial.
Organizaciones de la sociedad civil han mostrado preocupación por el alcance de estas reformas. El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez emitió un comunicado en el que advierte que las modificaciones podrían afectar la imparcialidad del Poder Judicial.
Las reformas serán sometidas al pleno de la Cámara de Diputados para su discusión y votación. Si se aprueban, marcarán un cambio significativo en la estructura y funcionamiento del Poder Judicial en México; mientras tanto, el debate continúa en la arena pública, con expertos y ciudadanos atentos a las implicaciones de estas leyes para el acceso a la justicia en el país.
La aprobación de las leyes secundarias del Poder Judicial representa un punto de inflexión en el sistema de justicia mexicano. Aunque los legisladores oficialistas aseguran que estas reformas acabarán con la corrupción y fortalecerán el sistema, las críticas de la oposición y las preocupaciones de la sociedad civil sugieren que el camino hacia un Poder Judicial más eficiente e independiente aún está lleno de retos.
En los próximos días, la discusión en el pleno será crucial para definir el rumbo de estas reformas y su impacto en el equilibrio de poderes en México.