La Comisión Nacional Forestal (Conafor) ha reportado que actualmente hay 120 incendios forestales activos en 19 estados de México, afectando un total de siete mil 127 hectáreas. Este incremento en la actividad incendiaria representa un desafío importante para las autoridades, ya que se ha intensificado la lucha contra el fuego en diversas regiones del país.
Entre los estados más afectados se encuentran Veracruz, Hidalgo, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Chiapas, Durango y Michoacán. Estos incendios también están amenazando a 24 áreas naturales protegidas, lo que aumenta la preocupación por la conservación del medio ambiente y la biodiversidad.
Para hacer frente a esta situación, se han desplegado seis mil 195 personas para combatir los incendios, así como siete equipos aéreos que realizan labores de apoyo en varias entidades, incluyendo Nuevo León, Jalisco, Hidalgo, Veracruz y Estado de México.
Lamentablemente, el combate contra el fuego ha cobrado la vida de cuatro personas, incluyendo a un policía, un brigadista forestal y dos comuneros que perdieron la vida mientras intentaban controlar las llamas. Estas tragedias ponen de relieve los riesgos y sacrificios que enfrentan aquellos que trabajan para proteger nuestros bosques y áreas naturales.
Veracruz es el estado más afectado hasta el momento, con más de dos mil hectáreas consumidas por el fuego, seguido de cerca por Hidalgo y Estado de México. La magnitud de estos incendios subraya la urgente necesidad de implementar medidas efectivas para prevenir y controlar futuros brotes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado su preocupación por la situación y ha señalado la importancia de investigar las causas de estos incendios. Además, ha mencionado la posibilidad de que algunos de estos incendios sean provocados por intereses inmobiliarios, lo que agrava aún más la situación.
En medio de esta crisis, es fundamental que se redoblen los esfuerzos para proteger nuestros recursos naturales y prevenir futuras tragedias. La cooperación entre el gobierno, las comunidades locales y la sociedad en su conjunto será clave para enfrentar este desafío y garantizar la preservación de nuestros bosques y áreas naturales para las generaciones futuras.