En medio de fuertes críticas al desempeño de la actual presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra, los aspirantes a ocupar su cargo lanzaron contundentes señalamientos, cuestionando la falta de autonomía y acción del organismo. Aunque evitaron nombrarla directamente, sus declaraciones reflejan un desacuerdo generalizado sobre la posibilidad de su reelección.
Guillermo Andrés Aguirre Aguilar afirmó que la CNDH debe ser un organismo que esté del lado de las víctimas y de la ciudadanía, sin partidismos ni servilismo al gobierno. Según Aguirre Aguilar, es urgente que el ombudsperson defienda los derechos humanos de manera independiente y con el respaldo de la ciudadanía.
Jesús González Schmal subrayó la necesidad de una CNDH que colabore estrechamente con el Consejo Consultivo y las organizaciones civiles, y que rinda cuentas al Senado, a la Cámara de Diputados y a la población. Además, señaló que el órgano de control interno debe funcionar sin perseguir a sus trabajadores o encubrir auditorías “a modo”, para asegurar la transparencia y la autonomía de la institución.
Para Viridiana Ambrosio Alcántara, el papel de la CNDH es ser un contrapeso, por lo que, de haber ocupado el cargo, habría presentado una controversia constitucional contra la militarización de la seguridad. Ambrosio enfatizó que el organismo debe mantenerse alejado de ideologías partidistas y centrarse en su función como defensor de los derechos humanos en México.
Por su parte, Daniel Balboa Verduzco se manifestó en contra de la reforma de la Guardia Nacional y aseguró que impugnaría cualquier ley que violente los derechos humanos. Balboa también advirtió que la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia (Inai) representaría una violación a los derechos de acceso a la información y a la transparencia.
Salvador Felipe Arias Ruelas opinó que la reelección de Piedra sería “perversa” y sostuvo que el organismo necesita cambios urgentes. Explicó que la CNDH no ha pasado por una transformación en más de 10 años, y que es vital fortalecer la figura de los visitadores adjuntos y retomar la conciliación como herramienta de trabajo.
Finalmente, Blanca Luz Campos Carrillo y Norma Astorga López resaltaron la necesidad de proteger los derechos de las mujeres, los indígenas y las comunidades vulnerables. Campos indicó que el organismo debe emitir recomendaciones inmediatas cuando las leyes amenacen los derechos humanos, mientras que Astorga pidió a la CNDH involucrarse en campañas de educación para prevenir la violencia de género.
Los aspirantes coincidieron en la importancia de una CNDH autónoma, sin vínculos partidistas, y comprometida con los derechos humanos.