6 noviembre, 2024

 

En un operativo conjunto, autoridades de la Ciudad de México aseguraron alrededor de 8 metros cúbicos de madera y clausuraron un aserradero clandestino en la alcaldía Tlalpan. La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) confirmó que la acción forma parte de los esfuerzos por combatir la tala ilegal y proteger el suelo de conservación en la capital, esencial para la infiltración de agua en los mantos acuíferos que abastecen a la CDMX.

 

El operativo, contó con la participación de diversas instituciones como la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional y la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), entre otras. Estas instancias colaboraron bajo un esquema de inteligencia e investigación que permitió identificar el aserradero como un Centro de Almacenamiento y Transformación de Materia Prima Forestal, pero sin permisos para operar ni pruebas de la procedencia legal de la madera.

Operativo coordinado y aseguramiento de equipo

Durante la inspección en el sitio, los agentes incautaron un conjunto de herramientas y equipo utilizado para la transformación de madera. Entre los objetos decomisados se encuentran:

  • Una torre de aserrío equipada con dos volantas de 70 centímetros.
  • Un carro de empujón con escuadras.
  • Un motor trifásico y dos rieles de seis metros de longitud.
  • Cuatro sierras cinta y un vehículo tipo plataforma con capacidad de 3.5 toneladas.

 

Este equipo demuestra que el aserradero estaba en plena operación y contaba con maquinaria para cortar y procesar madera de gran tamaño, en su mayoría de oyamel, un tipo de madera frecuentemente extraída de manera ilegal en zonas protegidas debido a su alta demanda en la industria.

 

Protección del suelo de conservación y combate a la tala ilegal

Según declaraciones de la Sedema, este operativo responde a la necesidad de proteger las áreas de conservación en la Ciudad de México. La tala clandestina en la región de Tlalpan ha afectado la infiltración de agua en los mantos acuíferos, un proceso vital para la recarga de aguas subterráneas que abastecen a gran parte de la metrópoli.

 

“Los hechos se llevaron a cabo tras la inspección a un Centro de Almacenamiento y Transformación de Materia Prima Forestal, como parte del trabajo de inteligencia entre la Sedema y la SSC para detener la tala ilegal en la zona y mantener a salvo el suelo de conservación”, señaló la dependencia en un comunicado.

 

El suelo de conservación en Tlalpan no solo permite la absorción de agua, sino que también es una zona de biodiversidad clave para la CDMX, por lo que las autoridades han intensificado los esfuerzos para erradicar la actividad ilegal de tala, que afecta tanto al ecosistema como a las condiciones de vida de los capitalinos.

 

Consecuencias para el responsable del aserradero

El predio fue clausurado totalmente debido a que el encargado del aserradero no pudo demostrar la procedencia legal de la madera ni contar con permisos para operar de acuerdo con la normatividad ambiental vigente. La Secretaría de Medio Ambiente indicó que esta clausura es una medida administrativa, pero las investigaciones continúan para determinar si existen responsabilidades legales adicionales para los involucrados, quienes podrían enfrentar sanciones administrativas y penales en caso de que se compruebe su implicación en actividades de tala clandestina.

 

Las autoridades informaron que este tipo de acciones continuarán en otras zonas de la ciudad donde se ha detectado actividad de tala ilegal, ya que se busca reducir la presión sobre las áreas naturales protegidas y garantizar el cumplimiento de las leyes ambientales en el manejo de recursos forestales.

Estrategia y colaboración interinstitucional

El operativo destacó la cooperación de diversas instancias de seguridad y medio ambiente. La Sedema ha implementado una estrategia en colaboración con la SSC, la Guardia Nacional y la Sedena para realizar operativos en las zonas de conservación con mayor incidencia de tala ilegal, como la zona montañosa de Tlalpan y otras áreas de la capital.

 

Por su parte, la Coordinación de Inspección Ambiental en Suelo de Conservación y Áreas Naturales Protegidas ha trabajado en conjunto con la Corenadr para reforzar la inspección y vigilancia en la zona. De acuerdo con Sedema, esta acción coordinada busca no solo erradicar la tala ilegal, sino también concientizar sobre la importancia de estos ecosistemas para la salud ambiental de la CDMX.

 

La tala ilegal y su impacto en la Ciudad de México

La tala clandestina no solo afecta a los ecosistemas y a la fauna que depende de ellos, sino que también pone en riesgo el abasto de agua en la Ciudad de México. Al perderse áreas de suelo de conservación, disminuye la capacidad de los suelos para infiltrar agua, impactando directamente en la recarga de los mantos acuíferos. Esto es especialmente preocupante en una ciudad que depende en gran medida de fuentes de agua subterránea para abastecer a su población.

 

Organizaciones ambientales y activistas han insistido en la urgencia de implementar políticas más estrictas y de fortalecer la vigilancia en áreas naturales. En particular, han destacado que la demanda de madera en diversas industrias genera incentivos económicos para la tala ilegal, lo que subraya la necesidad de un marco legal que permita tanto proteger los recursos naturales como sancionar a quienes participan en estas actividades.

Ciudad de México más sustentable

La protección del medio ambiente y el combate a la tala ilegal son temas prioritarios en la agenda de sustentabilidad de la Ciudad de México. En este contexto, la colaboración interinstitucional es fundamental para preservar el equilibrio ecológico y garantizar un acceso sostenible a los recursos naturales.

 

El operativo en Tlalpan es un ejemplo de los esfuerzos que las autoridades capitalinas están llevando a cabo para combatir actividades ilegales que ponen en riesgo el medio ambiente y los recursos hídricos de la ciudad. La Sedema y la SSC han señalado que seguirán con los operativos de inspección y control en zonas de alto riesgo, con el objetivo de lograr una mayor protección del patrimonio natural de la CDMX y promover un entorno más seguro y saludable para sus habitantes.