En el Día de la Candelaria el embajador de Japón en México, Noriteru Fukushima, sorprendió a los trabajadores de la Ciudad de México al salir a la avenida Paseo de la Reforma para distribuir las populares “guajolotas” como agradecimiento por la hospitalidad mexicana. Este gesto amistoso se originó porque le salieron dos niños en la rosca de Reyes el pasado 6 de enero.
El embajador, nacido en México, expresó su deseo de agradecer a las personas que trabajan arduamente en la ciudad y compartió una tradición como el disfrutar de las deliciosas tortas de tamal. Fukushima repitió esta iniciativa solidaria del año pasado, demostrando su aprecio por la cultura y la comunidad mexicanas.
“Arigato siempre por ser tan amables conmigo“, agradeció el embajador, destacando la amabilidad y el cariño que ha recibido por parte de la gente en México. Este acto refleja la unión y la camaradería entre ambas naciones.
