2 julio, 2024

Ayer por la tarde-noche, un vasto apagón sumió en la oscuridad a decenas de ciudades en 21 estados de México, incluyendo zonas clave como Veracruz, la Ciudad de México y el Estado de México. Este incidente afectó a cientos de municipios

 

Veracruz resultó ser una de las entidades más afectadas, con cortes de energía reportados en al menos 100 municipios, mientras que la Ciudad de México y municipios del Estado de México también experimentaron fallos significativos. El fenómeno no se limitó a estas áreas: desde Tamaulipas en el norte hasta Chiapas en el sur, los ciudadanos enfrentaron interrupciones del suministro eléctrico.

 

La causa inmediata de estos apagones fue la salida de operación de 11 plantas de generación eléctrica, lo que llevó al Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) a decretar un Estado Operativo de Emergencia en dos ocasiones durante el día. Según el CENACE, la reserva eléctrica cayó a un crítico 3%, muy por debajo del margen de seguridad.

 

 

Los estados afectados incluyeron, entre otros: Tamaulipas, Hidalgo, Chiapas, Coahuila, Chihuahua, Querétaro, Tlaxcala y  San Luis Potosí; así como Guanajuato, Puebla, Zacatecas, Morelos, Sinaloa, Sonora, Nuevo León, Nayarit, y Oaxaca. En muchos de estos lugares, el apagón coincidió con temperaturas extremadamente altas, exacerbando la situación al aumentar la demanda de energía eléctrica, principalmente por el uso de sistemas de refrigeración.

 

En Coahuila la falta de energía afectó ciudades como Torreón y Piedras Negras donde las temperaturas superaron los 30 grados Celsius. Situaciones similares se vivieron en otras regiones, donde la combinación de calor intenso y falta de electricidad complicó la vida de miles de ciudadanos.

 

La respuesta de las autoridades ha incluido movilizaciones de equipos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para restaurar el servicio; sin embargo, la falta de una comunicación clara sobre la restauración completa del servicio ha generado inquietud entre los afectados.

 

 

Este incidente resalta la importancia de reforzar la infraestructura eléctrica del país y mejorar la gestión de la red en momentos de alta demanda. También pone de relieve la necesidad de invertir en fuentes de energía más confiables y sostenibles para evitar que este tipo de interrupciones se conviertan en una norma durante períodos de alta demanda energética.