2 julio, 2024

A meses de que termine el mandato de Andrés Manuel López Obrador, y bajo la promesa de tener el gobierno más transparente de la historia, la administración del Presidente se ha manejado bajo una compleja estrategia en este rubro porque no siempre ha salido bien librado.

Este es el caso de la divulgación de información de María Amparo Casar, que se dio en el marco de las mañaneras y que le ha traído crítica, pero el  Presidente defendió la filtración de datos personales de Casar, presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI); y al mismo tiempo, criticó al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

 

El mandatario expresó su descontento por el hecho de que se hable más de la divulgación de datos personales que del posible caso de corrupción en el que se involucra a Casar. Según López Obrador, se informó sobre un caso de corrupción, pero no se proporcionaron todos los elementos o se malinterpretó la situación.

 

El presidente mencionó que personalidades firmaron un manifiesto para criticar este hecho y señaló que, en lugar de investigar a fondo si hubo corrupción, se recurre al INAI, al que calificó como una creación de los conservadores. López Obrador destacó que, desde su perspectiva, la corrupción no puede mantenerse en secreto y que es necesario abordar estos temas para desterrarla.

 

Lo evidente por otros casos, es que  al Presidente le gusta dar el golpe, evidenciando datos e información que expone a sus oponentes y después se justifica, sin embargo la apertura de acceso a información de interés nacional sobre proyectos del gobierno no es la misma, porque se ocultan datos; pero entonces el criterio de Presidencia, es  llamarlo “asunto público” cuando así conviene al mandatario y “seguridad nacional” cuando es mejor ocultarlo por años.

 

De hecho se han utilizado decretos para declarar megaobras como cuestiones de seguridad nacional, lo que ha obstaculizado la transparencia sobre su progreso, contratos y gasto. Un ejemplo es la negativa de la Secretaría de Energía a divulgar el presupuesto utilizado en la Refinería Dos Bocas, una de las principales obras de este periodo presidencial.

 

La estrategia es la del Son de la Negra, “a todos diles que sí, pero no les digas cuándo”, así han acostumbrado a México, este y los pasados gobiernos, con la dosificación en la entrega de datos según convenga al gobierno en turno.

 

En cuanto a la investigación iniciada por el INAI, debido a la divulgación de datos personales de María Amparo Casar, el Presidente expresó su descontento y cuestionó el costo de esta institución para el erario público, insinuando que está al servicio de sus adversarios.

 

La filtración de datos personales de María Amparo Casar ocurrió después de que el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, la acusara de defraudar a la empresa por 31 millones de pesos tras la muerte de su esposo, Carlos Fernando Márquez Padilla, quien trabajaba en Pemex. Según las autoridades, Casar habría conseguido que Pemex considerara la muerte como “accidental en el trabajo” para obtener una pensión para ella y sus hijos.

 

La controversia en torno a este caso ha generado reacciones diversas, con críticas hacia la filtración de datos personales y el manejo de la información por parte del gobierno, así como respaldos y defensas a María Amparo Casar por parte de varios sectores. La discusión sobre la transparencia, la lucha contra la corrupción y el papel del INAI en estos temas continúa siendo objeto de debate en la esfera pública.