7 julio, 2024

En un inusual acto de protesta en el Museo del Louvre, activistas desafiaron la tradición arrojando sopa sobre la famosa Mona Lisa. Dos manifestantes, identificadas como Sasha, de 24 años, y Marie Juliette, de 63, llevaron a cabo la acción bajo el mensaje “Riposte alimentaire” (respuesta alimentaria), generando controversia en las redes sociales.

 

El video viral muestra cómo la sopa alcanza un cristal a prueba de balas que protege la obra maestra de Leonardo da Vinci, evitando daños directos a la pintura. Aunque las críticas no se hicieron esperar, las activistas buscan desviar la atención hacia una causa más amplia: la seguridad alimentaria en Francia.

 

A través de su plataforma, Riposte Alimentaire explica el trasfondo de la protesta. Demandan la creación de una Seguridad Social Alimentaria Sostenible, señalando que una de cada tres personas en Francia se salta comidas debido a la falta de medios, mientras el 20% de los alimentos producidos se desperdicia.

 

Esta acción refleja el descontento de miles de agricultores franceses ante medidas gubernamentales, incluyendo bajos salarios y eliminación de exenciones fiscales. La agricultura, responsable del 21% de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero, está en el centro del debate.

 

Riposte Alimentaire propone soluciones a corto plazo, como otorgar tarjetas alimentarias con 150 euros mensuales, un sistema de cotizaciones equitativas y la elección democrática de productos. Estas iniciativas buscan garantizar necesidades alimentarias, respetar límites ambientales, transformar el modelo agrícola y asegurar una vida digna para los agricultores.

 

Más allá de la llamativa protesta en el Louvre, el mensaje de Riposte Alimentaire destaca la urgencia de abordar problemas fundamentales en la seguridad alimentaria y la agricultura en Francia. La Mona Lisa, por un momento centro de atención, se convierte en un símbolo de un llamado más amplio por cambios significativos en las políticas alimentarias y agrícolas del país.