La entrevista fue por teléfono, la madre tiene miedo por ella y su familia, pero como si fuera investigadora ha logrado reunir suficientes evidencias aunque la autoridad nada hace por buscar a su hijo que un día no volvió luego de múltiples llamadas de auxilio y que su madre lo rescató una vez.
El se llama Brandon Ángel Cuevas Almazán y tenía 26 años de edad cuando desapareció, el primero de marzo de 2024, según la ficha realizada por la Fundación de Niños Robados y Desaparecidos A.C., que encabeza doña Elena Solís.
Fue precisamente ahí donde la madre de este joven fue escuchada por primera vez, lo que no ocurrió en las fiscalía del Estado de México y de la capital del país a donde acudió a pedir ayuda para localizar a su vástago, que el próximo mayo cumpliría 27 años
El relato de esta desesperada madre es profuso en detalles, cuenta con todo desde el día que leyó las primeras alertas enviadas vía whatsapp por su hijo que le pedía auxilio para recogerlo en un domicilio de familiares en Chalco, estado de México.
“Ya cumplí seis meses limpio, déjame ir con mis primos” pidió el muchacho que con un juramento dejó el alcohol y la marihuana, aunque tenía intención de volver a jurar y mantenerse limpio como dicen un día a la vez.
Él había hallado el consuelo en Cristo y consciente que su primo Lalo habría caído en las garras de la droga deseaba ayudarlo, darle palabras de aliento y juntos hallar una vida lejos de ese veneno.
No era la primera vez que éste guerrero lograba salir adelante, un año antes Brandon fue asaltado y derivado de las lesiones quedó en coma, pero logró salir adelante y no salía mucho, iba a trabajar, aunque por la lesión en su rodilla no podía hacer todos los trabajos, pero le echaba ganas en trabajos de seguridad, afirmó su madre.
Ella consciente que estaba limpio le permitió ir a Villas de San Martín en Chalco, estado de México, donde estuvo unos tres días y por los mensajes enviados por whatsapp a su mamá muy bajoneado “ mamá me siento triste no se que tengo, quiero echarle ganas, me siento mal”.
Esa fue la primera alerta por lo cual ella le pidió volver para montar un negocio de aguas.
Sin embargo para un viernes por la madrugada llegó un mensaje que puso en alerta a la familia: “mamá ven por mí, apúrate me van a matar, me van a dar”.
Ella pidió a su hijo más chico acompañarla y fueron por Brandon mientras los mensajes se iban sucediendo uno tras otro cada vez con mayor angustia: “mamá apúrate ya no me vas a ver”.
Ella desesperada llamó a la policía dio la dirección y el tiempo en la combi se le hacía eterno mientras el hijo daba consejos: “mamá, apurate dile al tío que venga, no vengas sola”.
Ella arribó y confrontó a su ex cuñado conocido en el barrio como “El Gallo” y sus hijos como “los Pollos”, porque su hijo le había confirmado “estoy encerrado en el baño y tengo un cuchillo, me encerraron para que no me escapara”.
El primera instancia le negaron que su hijo estuviera ahí, luego le indicaron que fuera por él al baño donde estaba drogado
En efecto ahí estaba Brandon al que ella se llevó y en el camino se encontraron con la policía que iba al rescate, pero tarde porque ella había hecho el trabajo, solo quedó que la acercaran a Chalco, dijo.
Brandon no se sentía tranquilo en la patrulla por lo cual pidieron bajarse, aunque los uniformados hicieron una foto para su informe.
Mientras llegaban a casa de una tía de Brandon él le daba las gracias por haberlo rescatado, pues había escuchado que le harían daño presuntamente por enterarse de asuntos de droga, mismo tema que le comentó a su tía y a quien reiteró “me van a matar, siento la muerte,
pero yo no sé porque no he hecho nada solo vine a ayudarlos”.
Cuando iban a su casa él se bajó de la combi por Metro Acatitla diciendo que iría más tarde para que lo llevara a jurar.
Esa noche regresó a casa de la tía y luego salió a platicar con un amigo que fue testigo de los mensajes que le enviaron sus primos supuestamente para decir que se había tratado de una mala pasada pues “somos familia”.
Cuando el amigo se marchó fue informado que Brandon iría a ver a sus primos para arreglar un asunto, pero después nadie más supo del paradero del muchacho, en la casa de los primos dijeron que no había ido, a la casa de la tía no regreso y aunque su padre biológico fue a preguntar por él solo recibió negativas.
La atribulada madre acudió a Chalco a presentar denuncia por el secuestro, pero le indicaron que eso tendría que haber sido con el delito infraganti, la mandaron a la agencia 44 del Ministerio Público en la Ciudad de México, luego a Balderas, pero asegura no hubo seguimiento.
Ella en un intento de hallar a su hijo pegó papeletas con la foto y datos de su hijo en Chalco, pero afirma que media hora después todos habían sido arrancados y desaparecidos, además que su ex marido fue amenazado por la denuncia hecha por ella.
Solo hace un mes aproximadamente empezó a ver luz cuando le entregaron un documento para que se coordinen las fiscalía, aunque hasta ahora no sabe el paradero de su hijo desaparecido.
Ella pide que se tomen en cuenta los testimonios y mensajes, así como las amenazas para lograr el esclarecimiento de este caso.