El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta uno de los momentos legales más cruciales de su carrera política. Un tribunal de apelaciones de Nueva York rechazó su solicitud para retrasar la sentencia programada para el viernes, este caso relacionado con el pago de 130 mil dólares a una actriz de cine para adultos para silenciar un supuesto encuentro antes de las elecciones de 2016, marcó a Trump como el primer presidente estadounidense en ser acusado y condenado por un delito penal.
La jueza Ellen Gesmer, de la División de Apelaciones del tribunal estatal, tomó la decisión tras una audiencia en la que el equipo legal de Trump buscó aplazar la sentencia. En su fallo, Gesmer dejó claro que no existen fundamentos legales para la inmunidad presidencial durante el periodo de transición.
El abogado de Trump, Todd Blanche, argumentó que el caso interferiría con la transición presidencial antes de la toma de posesión del 20 de enero, pero Gesmer refutó este argumento, señalando que el juez de primera instancia, Juan Merchán, ya había tomado medidas para mitigar cualquier conflicto, como permitir que Trump compareciera virtualmente y garantizar que no enfrentaría prisión.
Contexto legal y político
El caso, presentado por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, ha sido catalogado por Trump como una persecución política diseñada para perjudicar su candidatura electoral de 2024. Por su parte, Bragg sostiene que el caso es consistente con otros presentados por delitos graves de falsificación de registros comerciales.
Trump y sus abogados han intentado en múltiples ocasiones desestimar los cargos, argumentando que el caso afecta su capacidad para gobernar y que se basa en actos personales previos a su presidencia. Estos intentos han sido rechazados reiteradamente por los tribunales.
Sentencia sin precedentes
El juez Merchán ha indicado que la sentencia de Trump incluirá libertad incondicional, sin prisión, multas ni libertad condicional, lo que lo mantendría apto para asumir su próximo mandato presidencial. Sin embargo, esta sentencia quedará registrada en su historial como un juicio de culpabilidad.
Trump calificó al juez de “corrupto” y acusó al sistema judicial de obstaculizar una transición pacífica. A pesar de sus declaraciones, la decisión de Gesmer reafirma el compromiso del sistema judicial con el estado de derecho.
Este caso resalta la polarización en Estados Unidos, donde los partidarios de Trump ven las acusaciones como una cacería de brujas, mientras que sus críticos lo consideran un ejemplo de la justicia alcanzando a quienes abusan de su poder. La sentencia del viernes será un momento clave en la historia política y legal del país.
