11 diciembre, 2024
Arranca programa Mercomuna: Clara Brugada impulsa economía local y apoya a las familias más necesitadas

 

En el corazón de la capital, el Zócalo, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, dio inicio al programa Mercado, Comunidad, Alimentación y Abasto (Mercomuna), una iniciativa que busca beneficiar a las familias en situación de vulnerabilidad y a los comercios locales. Durante la entrega de los primeros 20 mil apoyos, Brugada destacó que el programa pretende alcanzar a un millón de beneficiarios en los próximos seis años.

 

“Este es uno de los programas más exitosos, porque con un apoyo beneficiamos a dos: a quienes más lo necesitan y a la economía local”, afirmó Brugada durante su discurso.

 

El programa consiste en la entrega de vales de despensa por un valor de mil pesos, que podrán ser canjeados por productos de la canasta básica en comercios y mercados locales hasta el 31 de enero de 2025. Estos vales, explicó la mandataria, funcionan como una moneda local que dinamizará las economías barriales, permitiendo a las familias adquirir los productos que realmente necesitan, desde carne y pollo hasta frutas, verduras y abarrotes.

 

Impacto inicial y proyección a futuro

En su primera etapa, Mercomuna beneficiará a 20 mil personas, de las cuales el 75% son mujeres y el 25% hombres, pero el objetivo a largo plazo es alcanzar a un millón de personas durante el mandato de Brugada.

 

El programa, nacido en Iztapalapa durante la pandemia de COVID-19, ha evolucionado para convertirse en una herramienta clave en la política social de la Ciudad de México. “Mercomuna es un programa ‘antidespensa’, porque no impone, sino que otorga libertad de elección a las familias. Esto garantiza que cada beneficiario pueda decidir qué productos necesita más”, explicó Brugada.

 

Uno de los pilares fundamentales de Mercomuna es el apoyo a los comercios locales. Actualmente, más de 6,500 negocios en la Ciudad de México forman parte de la red donde los vales podrán ser utilizados.

 

“Que viva el comercio local, barrial, vecinal de la Ciudad de México; que vivan los mercados públicos que serán beneficiados por Mercomuna”, exclamó Brugada, invitando a más negocios a registrarse en el programa. Los comercios participantes serán identificables con una calcomanía y recibirán el reembolso correspondiente al canje de los vales.

 

Apoyo y reconocimiento internacional

El programa también recibió elogios de organismos nacionales e internacionales:

  • María Luisa Albores González, encargada de Alimentación para el Bienestar del Gobierno de México, subrayó que Mercomuna sigue la línea de los programas de apoyo a los más desfavorecidos establecidos por Andrés Manuel López Obrador y continuados por Claudia Sheinbaum.
  • Silvio Simonit, representante adjunto de la FAO en México, destacó el impacto dual del programa: “Mercomuna mejora la seguridad alimentaria de las familias y fortalece la resiliencia económica de los pequeños comerciantes y productores, actores clave en la economía local”.

Simonit añadió que el diseño del programa está alineado con los principios de desarrollo promovidos por Naciones Unidas, lo que refuerza su relevancia en el contexto global.

Programa con visión de justicia social

Brugada enfatizó que Mercomuna no es solo un programa asistencial, sino una estrategia para construir comunidades más fuertes y equitativas. “Este no es un beneficio personal, es un programa familiar y comunitario que busca impactar positivamente en todos los niveles. Es la Ciudad de México cuidando de su gente”, señaló.

 

El enfoque de justicia social de Mercomuna refleja un compromiso con aquellos sectores que históricamente han sido olvidados. En palabras de María Luisa Albores: “Avanzar en la garantía de estos derechos es consolidar un sistema de bienestar para todas las personas, priorizando a quienes fueron marginados por décadas de políticas neoliberales”.

 

Con Mercomuna, la Ciudad de México refuerza su compromiso con la población vulnerable y los pequeños comerciantes. Este programa innovador, que combina seguridad alimentaria y desarrollo económico local, se perfila como un modelo de política pública que prioriza las necesidades reales de las comunidades.

 

“Sigamos construyendo una ciudad donde nadie quede atrás, donde todos tengan acceso a lo esencial y donde los pequeños negocios sean motores de una economía solidaria y justa”, concluyó Clara Brugada.