A casi cinco años del inicio de la pandemia, el COVID-19 sigue siendo un desafío para los sistemas de salud, especialmente en grupos vulnerables como adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y quienes no están vacunados. En México, el virus ha dejado un impacto significativo, con más de 7.6 millones de casos confirmados y 334,336 muertes desde 2020.
Factores de riesgo
El doctor Santiago Moreno Guillén, experto en enfermedades infecciosas, destaca que el riesgo de complicaciones graves aumenta en personas mayores y en aquellos con comorbilidades como diabetes, hipertensión, obesidad o enfermedades que causan inmunosupresión. También señala que la falta de vacunación agrava considerablemente el peligro.
“Para algunas personas, el COVID-19 puede convertirse en una enfermedad grave que requiere hospitalización, cuidados intensivos e incluso puede llevar a la muerte” , explicó el especialista.
Entre los síntomas graves que requieren atención médica inmediata se incluyen dificultad para respirar, confusión, presión en el pecho y pérdida de conciencia.
Situación en México
En 2024, el COVID-19 aún representa una amenaza latente, con 668 muertes reportadas este año. Los adultos mayores y las personas con comorbilidades siguen siendo los más afectados. En México, la prevalencia de complicaciones entre pacientes con enfermedades crónicas es alarmante:
- Hipertensión arterial : 29,1%
- Diabetes : 23,5%
- Obesidad : 24%
La mortalidad es mayor en pacientes con estas condiciones, con tasas del 11,9% en hipertensión , 9,59% en obesidad y 8,74% en diabetes.
El COVID largo afecta a pacientes cuyos síntomas persisten semanas o meses después de la infección inicial. Entre los más propensos están mujeres, personas mayores de 65 años y quienes se enfrentan a cuadros graves. Los síntomas incluyen fatiga, dificultad para respirar y niebla mental, afectando la calidad de vida de los pacientes.
Recomendaciones
A pesar de los avances médicos, la prevención sigue siendo la mejor herramienta. Las principales recomendaciones son:
- Vacunación completa : Reduce el riesgo de hospitalización y muerte.
- Uso de cubrebocas : Especialmente en espacios cerrados o con síntomas respiratorios.
- Diagnóstico temprano : Permite diferenciar entre COVID-19 y otras enfermedades respiratorias.
- Control de comorbilidades : Mantener enfermedades como la diabetes y la hipertensión bajo control ayuda a prevenir complicaciones graves.
El COVID-19 sigue afectando a millones de personas, especialmente a los más vulnerables. Por ello, es crucial mantenernos informados y priorizar la prevención para proteger la salud pública y reducir los riesgos de futuras olas del virus