15 noviembre, 2024

 

El caso de Melanie Barragán, la joven víctima de violencia de género en Ciudad Madero, Tamaulipas, ha conmocionado al país. Recientemente, la víctima reveló los detalles sobre la agresión que sufrió a manos de su expareja, Christian de Jesús Rojas Martínez, quien se encuentra prófugo de la justicia.

 

Según Melanie, la agresión ocurrió después de una discusión en una fiesta, cuando su expareja tocó indebidamente a su amiga Danna. Al intervenir para defender a su amiga, Melanie pidió explicaciones a Christian sobre su comportamiento, lo que desencadenó una discusión. Tras salir de la fiesta, Christian perdió las llaves de su carro y acusó a Melanie de haberlas tomado. “Él pensó que tenía las llaves y se regresó a golpearme”, explicó la joven.

 

El joven, visiblemente molesto, la golpeó brutalmente. Melanie recordó que, a pesar de los esfuerzos de su amiga Danna por ayudarla, no pudo evitar la agresión. “Intentaba levantarme, me estaba ahogando con mi sangre y él me empujaba”, narró. A pesar de la violencia, la policía, que llegó al lugar de los hechos, se negó a llevarse al agresor, argumentando que no tenían una orden para arrestarlo, lo que permitió que Christian se diera a la fuga.

 

Melanie agradeció a sus amigos, especialmente a Danna, por apoyarla en ese momento tan difícil, sin embargo, a pesar de las denuncias y la viralización del caso, el agresor sigue prófugo. Autoridades locales ya han ubicado a Christian en Ciudad Madero, y se espera que su detención sea inminente.

 

La agresión, ocurrida el 31 de octubre durante una fiesta de Halloween en la colonia Revolución Verde, fue captada por cámaras de seguridad, donde se observa cómo Christian propina varios golpes a Melanie, dejándola gravemente herida, especialmente en el ojo.

 

Este caso resalta no solo la brutalidad de la violencia de género, sino también las deficiencias en la respuesta inmediata de las autoridades, quienes no pudieron intervenir adecuadamente en el momento de la agresión. La situación sigue siendo un tema de gran preocupación, ya que, a pesar de las pruebas y denuncias, el agresor aún sigue en libertad.