En un esfuerzo histórico por enfrentar la problemática de inseguridad en México y fortalecer la paz en comunidades vulnerables, el Gobierno y la Iglesia Católica, representados por Clara Luz Flores Carrales, titular de la Unidad de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, y Monseñor Ramón Castro Castro, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), acordaron un plan de colaboración. El encuentro se realizó en la sede del Episcopado Mexicano, cercana a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.
El diálogo, calificado de cordial y constructivo, marca la primera reunión entre ambos sectores en el actual sexenio. Entre los objetivos principales, destacan el fortalecimiento del diálogo institucional y la construcción de un esquema de trabajo conjunto para abordar la crisis de inseguridad, especialmente en estados como Chiapas y Guerrero. La reunión es especialmente relevante tras el reciente asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez en San Cristóbal de las Casas, un caso que elevó la demanda de seguridad para líderes religiosos y la protección de derechos humanos en regiones de alta vulnerabilidad.
De acuerdo con la Agenda Nacional por la Paz, suscrita durante la campaña electoral por la presidenta Claudia Sheinbaum, el gobierno se comprometió a fortalecer los lazos con la Iglesia Católica para el bien de la nación. Esta agenda busca, entre otros aspectos, consolidar la seguridad y la reconstrucción de la paz social mediante la coordinación entre el Estado y las organizaciones religiosas, enfocándose en el trabajo comunitario y en zonas de riesgo.
Monseñor Castro compartió en redes sociales su visión sobre el encuentro, describiéndolo como “una oportunidad para construir puentes de paz y fortalecer el tejido social en México”. Este diálogo mutuo, que incluyó también a líderes locales y defensores de derechos humanos, reitera la importancia de la colaboración entre ambas instituciones para crear un entorno seguro y estable.
El siguiente paso será el diseño de un esquema de trabajo detallado entre la Secretaría de Gobernación y el Episcopado, dirigido a restaurar la paz y combatir la violencia en comunidades específicas. La CEM destacó que este proceso implica un enfoque continuo y de largo plazo, centrado en la protección de la población y en el respeto a los derechos humanos.
“Por el bien de México, el Estado y la Iglesia Católica trabajarán unidos en la reconstrucción del tejido social y en el fortalecimiento de la paz”, concluyó el Episcopado en su comunicado, generando gran expectativa en torno a los avances que se logren en esta colaboración inédita.