22 noviembre, 2024

 

El evento ‘Mictlánimal’ en la Alameda Sur de Coyoacán ha capturado la atención de dueños de mascotas y amantes de los animales. Con una “Mega Ofrenda” en honor a los fieles compañeros que ya partieron, esta celebración del Día de Muertos busca dar un espacio especial a perritos, gatos y otras mascotas que siguen presentes en la memoria de sus dueños.

 

Organizado por activistas y grupos animalistas, el evento invita a las familias a llevar una fotografía de su mascota para colocarla en la ofrenda, recordándolos con cariño. Además, los asistentes pueden realizar un donativo en especie, principalmente croquetas. La meta de los organizadores es reunir una tonelada de alimento para distribuirlo en albergues que rescatan y cuidan a animales en situación de abandono.

 

‘Mictlánimal’ es gratuito y ofrece una serie de actividades pensadas para toda la familia, incluyendo a las mascotas. Uno de los momentos más esperados es el concurso de disfraces para los lomitos. Los participantes solo necesitan caracterizar a sus mascotas y registrarse antes del evento para tener la oportunidad de ganar premios sorpresa en categorías como “el disfraz más creativo”.

 

Para complementar esta experiencia, el evento cuenta con un bazar en el estacionamiento de la Alameda Sur, sobre Avenida Bombas, donde es posible encontrar ropa, juguetes y accesorios para mascotas. Esto da a los dueños la oportunidad de consentir a sus mascotas mientras apoyan a vendedores locales.

 

 

En México se coloca una ofrenda especial para los animales de compañía fallecidos. De acuerdo con la tradición, las almas de las mascotas son las primeras en visitar el plano de los vivos durante la celebración del Día de Muertos, en un acto que simboliza su fidelidad y cariño incondicional.

 

Con iniciativas como ‘Mictlánimal’, la celebración del Día de Muertos se expande para recordar que nuestras mascotas también forman parte importante de nuestras vidas. En un ambiente de respeto y amor, esta mega ofrenda es una manera especial de rendir homenaje a esos fieles amigos que, aunque ya no estén físicamente, viven en el recuerdo de quienes los amaron.