22 noviembre, 2024

La Ciudad de México enfrenta la peor sequía en los últimos 80 años, producto del cambio climático y la ausencia de lluvias en los últimos tres años. Este desafío se ha agravado y ha transformado zonas antes no afectadas por la escasez en áreas con problemas hídricos.

Ante esta situación, Clara Brugada Molina, propone un nuevo modelo de gestión del agua que asegure el ejercicio de este derecho fundamental para todas y todos.

La ex alcaldesa de Iztapalapa, considera que la voracidad inmobiliaria ha alterado la composición de las colonias, generando una mayor demanda del líquido y agravando la escasez en ciertas áreas de la ciudad; aunado al cambio climático, que con periodos más severos de sequías y fenómenos extremos, afecta significativamente al país, donde un 65% de los municipios mexicanos han experimentado periodos de sequía.

Y la Ciudad de México, dijo, en lo particular enfrenta una crisis hídrica que requiere medidas inmediatas.

Para Clara Brugada, el problema va más allá de la falta de lluvias, también incide la deforestación de bosques que afecta las zonas de reserva y provoca una disminución en la captación de agua como en la recarga del acuífero de la ciudad; y en este contexto, enfatizó que el agua no es un producto del mercado, sino un derecho fundamental, donde privatizarla generaría más desigualdad y mayores problemas.

Sobre la escasez del vital líquido en el Valle de México, Brugada Molina propone un cambio en el modelo de gestión del agua con visión integral y metropolitana, que incluya la coordinación entre los diferentes estados; y adelantando, que en breve expondrá una propuesta fundamentada técnica y financieramente, pero también centrada en los derechos humanos.

Al ejemplificar acciones recientes en la mejoría de sistemas de captación y distribución de agua, destacó  la inversión de más de 17 mil millones de pesos que el Gobierno de la Ciudad de México aplicó en cuatro años para captar más agua y mejorar su calidad, con proyectos como los humedales del Cerro de la Estrella y Tlaltenco, la rehabilitación del sistema Lerma y el programa de Cosecha de Agua de Lluvia.

Entre otras de las medidas implementadas, citó las más de 37 mil captaciones de agua de lluvia en hogares, la sectorización para detectar fugas y la sustitución de más de 300 kilómetros de líneas primarias y secundarias; un enfoque hídrico, que a decir de Clara Brugada, implica invertir en una amplia gama de obras de infraestructura hidráulica.

Y reconoció que actualmente el gobierno capitalino trabaja para obtener más de 6 millones de litros de agua por segundo para la ciudad, considerando como fuentes: la presa Madin, la laguna de Xico, la potabilizadora de Zumpango y obras para el Sistema PAI Norte, entre otras. Proyecto metropolitano que requiere de una coordinación efectiva entre los gobiernos federal, de la Ciudad de México y del Estado de México.

Clara Brugada Molina concluye que el nuevo modelo de gestión del agua es esencial para enfrentar la crisis, la cual deberá basarse en un enfoque técnico, financiero y de los derechos humanos; porque  se debe garantizar que todas y todos tengan acceso equitativo al líquido, independientemente de su ubicación geográfica en la ciudad.