6 noviembre, 2024

 

La estación San Lázaro de la Línea B del Metro de la Ciudad de México se ha convertido en un espacio de arte permanente para miles de usuarios. En este año, tres importantes obras plásticas fueron instaladas de manera definitiva, enriqueciendo el acervo cultural de la capital. Las piezas, creadas por artistas internacionales y nacionales de gran renombre, están al alcance de todos.

 

 

Uno de los protagonistas de esta intervención es David LaChapelle, destacado creador visual estadounidense nacido en 1961. LaChapelle, quien comenzó su carrera en Nueva York en la década de los 80, ha trascendido las fronteras con su estilo único, que mezcla iconografía religiosa con elementos contemporáneos.

 

En 2024, regresó a la Ciudad de México con una instalación especial en la estación San Lázaro, titulada “San Lázaro Iluminado”. Esta obra consiste en una serie de vitrales intervenidos que adornan el domo de la estación, fusionando arte y espacio público en un formato visualmente impactante. LaChapelle ya había visitado la ciudad en 2009 con su exposición “Delirios de razón” en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, consolidando su conexión con el público mexicano.

 

Por otro lado, el muralista mexicano Jorge Flores Manjarrez también dejó su huella en San Lázaro Línea B, contribuyendo con dos murales titulados “Época de Oro” y “Época de Oro II”, instalados en febrero y septiembre de este año, respectivamente.

 

En estas piezas, Flores Manjarrez rinde homenaje al esplendor del cine mexicano, evocando a las grandes figuras de la Época de Oro del Cine Mexicano (1936-1956). El segundo mural complementa este tributo, extendiéndolo hasta los grandes actores y cineastas que llevaron el cine nacional del blanco y negro al color.

 

Flores Manjarrez no es ajeno al Metro de la Ciudad de México, su obra ha embellecido otras estaciones importantes. En 2012, inauguró el mural “Un viaje por el rock and roll” en la estación Auditorio (Línea 7), y en 2014, presentó “Urbanohistorias” en la estación Chabacano, ubicada en las líneas 2, 8 y 9.

 

Con estos aportes, el Metro sigue consolidándose como un espacio no solo de movilidad, sino también de encuentro cultural, ofreciendo a sus usuarios un museo al aire libre que crece año con año. A lo largo de sus 55 años de servicio, ha contado con la colaboración de diversos artistas que han ornamentado sus estaciones, conectando arte y sociedad.