Las fuertes lluvias asociadas con la depresión tropical Once-E han causado estragos en diversas regiones del sureste de México. Uno de los incidentes más graves ocurrió en el municipio de Juchitán de Zaragoza, en el Istmo de Tehuantepec, donde el río Los Perros se desbordó, afectando a varias comunidades ribereñas. Debido a esta situación, las autoridades de Protección Civil y Gestión de Riesgos evacuaron a los habitantes de las zonas más afectadas, como las secciones Primera, Quinta, Sexta, Octava y Novena de Juchitán.
Las familias desalojadas fueron trasladadas a un refugio temporal en las instalaciones municipales, mientras que algunas optaron por refugiarse con familiares. Además, el Instituto Tecnológico del Istmo ofreció su campus como albergue en caso de que fuera necesario. A pesar de que la depresión tropical se disipó antes de tocar tierra cerca de Aguachil, Oaxaca, las lluvias intensas continuaron afectando a otras regiones del sureste mexicano, especialmente en Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Inundaciones y daños en otras regiones
En la comunidad afromexicana de José María Morelos, en Santa María Huazolotitlán, región de la Costa, también se reportaron inundaciones que dejaron casas y caminos anegados, aislando a parte de la población. Las lluvias no cesaron durante todo el día, lo que empeoró las condiciones en las zonas más vulnerables.
En Veracruz, las precipitaciones provocaron el desbordamiento del río Aguadulcita, lo que ocasionó inundaciones en Agua Dulce, donde las zonas bajas y el centro de la ciudad resultaron gravemente afectadas. Además, en la zona industrial, las lluvias generaron un socavón que afectó la ruta hacia la carretera Villahermosa-Coatzacoalcos. En la colonia Las Gaviotas, otro hundimiento fue reportado, luego de haber sido reparado recientemente.
Las autoridades de Protección Civil informaron que al menos 1,500 familias han sido afectadas por las lluvias continuas en el sur del país. Debido a las condiciones meteorológicas, se suspendieron clases en varios municipios de Veracruz, incluyendo Coatzacoalcos, Agua Dulce y Nanchital.
A pesar de que Once-E se ha debilitado, las lluvias seguirán siendo una amenaza para las regiones afectadas.