1 octubre, 2024

 

Otra de las vergüenzas del sexenio es cómo pudieron mejor invertir millones para recuperar 5 centímetros de hueso del general Catarino Garza y no haber conseguido una respuesta mejor para las familias de los mineros que perdieron la vida en El Pinabete. La recuperación del cuerpo del séptimo minero atrapado en la mina, ubicada en Sabinas, Coahuila, se concretó. El hallazgo representa un avance importante en las labores de rescate que han continuado desde el derrumbe y posterior inundación de la mina, ocurridos el 3 de agosto de 2022, que dejaron a diez trabajadores atrapados.

 

El incidente en la mina de carbón de El Pinabete conmocionó al país. Diez trabajadores quedaron atrapados tras el colapso de una pared de la mina que causó una inundación incontrolable. Los mineros atrapados fueron identificados como Sergio Cruz, Jorge Martínez, José Moreno, José Mireles, Margarito Rodríguez, Jaime Montelongo, Ramiro Torres, Mario Cabriales Y Hugo Tijerina.

 

Desde entonces, las autoridades federales y estatales, junto con equipos de rescate especializados, han trabajado incansablemente para recuperar los cuerpos de los mineros y brindar consuelo a las familias afectadas.

Rescate: 113 días de búsqueda subterránea

La segunda fase de búsqueda subterránea en El Pinabete comenzó hace 113 días, y ha estado marcada por esfuerzos coordinados entre diversas instituciones. Laura Velázquez Alzúa, titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), explicó que los restos del séptimo minero fueron detectados el 27 de septiembre en la galería GWE10 oeste, y su recuperación se concretó al día siguiente. La operación contó con la colaboración de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Fiscalía General del Estado de Coahuila (FGEC), y brigadas de rescate que forman parte del Comando Unificado.

 

Para lograr la extracción de los restos, se tuvieron que reforzar las condiciones de seguridad en la zona de trabajo. Esto incluyó la instalación de marcos de protección para garantizar la estabilidad de la galería, siguiendo estrictamente el Protocolo de Recuperación de Hallazgos Biológicos, diseñado para preservar la integridad de los restos y proteger a los rescatistas.

El trabajo coordinado entre las diferentes dependencias fue crucial para llegar a este momento. El Comando Unificado, que ha liderado las labores de rescate, subrayó la importancia de la colaboración entre las instituciones. La CNPC ha estado al frente de la operación, mientras que la CFE ha proporcionado apoyo técnico en las excavaciones y el manejo de maquinaria pesada. Sedena ha garantizado la seguridad en el área y ha aportado personal especializado en tareas de rescate en condiciones adversas.

 

El trabajo no ha sido fácil. Las complejidades geológicas del terreno, sumadas a los riesgos que implica trabajar en una mina colapsada, han obligado a los equipos a proceder con extrema precaución. Laura Velázquez Alzúa mencionó que el compromiso de todas las partes involucradas es recuperar a todos los mineros atrapados: “No descansaremos hasta que cada una de las familias pueda darle sepultura a sus seres queridos”, afirmó.

 

Familiares entre el dolor y la esperanza

La recuperación del séptimo cuerpo ha traído una mezcla de alivio y dolor a las familias de los mineros. Desde el inicio de la tragedia, las familias han exigido respuestas y acciones rápidas por parte de las autoridades, y aunque la recuperación de los restos de sus seres queridos les brinda un cierre parcial, aún hay tres cuerpos que permanecen atrapados bajo los escombros de la mina.

 

Rosa Martínez, esposa de uno de los mineros desaparecidos, expresó su sentir tras la recuperación del séptimo cuerpo: “Es un alivio saber que están avanzando, pero el dolor no se va hasta que mi esposo también sea encontrado. Estamos viviendo un infierno que no termina”.

 

Las familias han estado presentes en el lugar desde que ocurrieron los hechos, muchas de ellas acampando cerca de la mina y esperando noticias de los equipos de rescate. Los psicólogos y trabajadores sociales que las han acompañado describen su situación como de “dolor profundo pero con una esperanza que se resiste a morir”.

Los desafíos del rescate en la mina

El derrumbe de la mina El Pinabete se originó cuando un avance no controlado en la explotación del carbón debilitó una pared que separaba la mina activa de la mina abandonada Conchas Norte. Esto provocó la inundación que atrapó a los trabajadores. Las condiciones en el interior de la mina han sido particularmente complicadas, debido a la presencia de agua y la inestabilidad del terreno, lo que ha requerido el uso de maquinaria especializada y la implementación de protocolos de seguridad rigurosos.

 

Las autoridades federales y estatales han señalado que el trabajo continuará hasta recuperar los tres cuerpos restantes. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informó que las operaciones de excavación se mantendrán en las áreas señaladas por los especialistas como de mayor probabilidad de hallazgo.

 

El primer cuerpo fue recuperado el 27 de diciembre de 2023, y el más reciente fue localizado entre el 27 y el 30 de agosto de este año. Los expertos continúan analizando las condiciones de la mina para ajustar las estrategias de búsqueda conforme avanzan los trabajos.

 

Críticas y los llamados a mejorar la seguridad minera

La tragedia de El Pinabete ha puesto en evidencia las deficiencias en las normas de seguridad en la industria minera de México. Diversos colectivos y organizaciones de derechos humanos han denunciado las malas condiciones laborales y la falta de inspección en las minas de carbón, especialmente en Coahuila, donde se concentra gran parte de la producción de carbón del país.

 

“Es inaceptable que sigamos perdiendo vidas en estas condiciones”, señaló Joaquín Ramos, activista del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas. “Lo ocurrido en El Pinabete debe servir como un llamado a las autoridades para fortalecer la supervisión de las actividades mineras y garantizar la seguridad de los trabajadores”.

 

El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, ha asegurado que se llevará a cabo una investigación exhaustiva para determinar las causas exactas del derrumbe y las posibles responsabilidades de las empresas mineras y las autoridades encargadas de la supervisión. “No permitiremos que esta tragedia quede impune. Los responsables deberán rendir cuentas”, afirmó.