La desnutrición hospitalaria es un problema que afecta gravemente la recuperación de los pacientes durante su estancia en nosocomios de México. De acuerdo con la Revista de Nutrición Clínica y Metabolismo, el 43% de los pacientes hospitalizados en el país presentan esta condición, lo que genera complicaciones en su tratamiento y prolonga su estancia hospitalaria.
Este problema, que tiene múltiples causas biológicas, socioeconómicas, psicológicas y clínicas, afecta principalmente a los adultos mayores. La desnutrición no solo deteriora la calidad de vida de los pacientes, sino que también está relacionada con el aumento del riesgo de infecciones, la mala cicatrización de heridas y la aparición de sarcopenia, una afección que reduce la masa muscular y la movilidad, afectando gravemente a las personas mayores.
Para detectar y prevenir la desnutrición hospitalaria, se recomienda realizar un tamizaje nutricional en las primeras 24 a 48 horas después del ingreso del paciente al hospital. Este procedimiento permite identificar rápidamente a quienes están en riesgo de desnutrición y justifica la necesidad de una evaluación más profunda para una intervención nutricional adecuada.
Las intervenciones nutricionales pueden incluir modificaciones en la dieta, suplementos y soporte nutricional especializado que cubran los requerimientos del paciente, mejorando su estado general y reduciendo el riesgo de complicaciones.
Se destaca la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado de la desnutrición. “Una intervención nutricional oportuna no solo previene complicaciones, sino que también reduce significativamente los costos hospitalarios“, señaló.
La desnutrición hospitalaria requiere de una atención integral que no solo se centre en el entorno hospitalario, sino también en la formación continua de los profesionales de la salud en nutrición clínica. Una capacitación adecuada en este campo puede mejorar considerablemente la recuperación de los pacientes y reducir las complicaciones derivadas de la desnutrición.