A los 91 años, el destacado pintor, dibujante y grabador mexicano Luis de la Torre Ruiz, conocido como el “Quijote de la Gráfica“, nos dejó en su hogar de la colonia Hipódromo Condesa. Con una carrera prolífica de 48 años en Excélsior, De la Torre se destacó por su aguda visión y pasión por la mitología griega, El Quijote y la música de Vivaldi.
El caricaturista, cuyo legado abarca también la escritura y la pintura, falleció debido a diversas afecciones que lo aquejaron en el último año, según su hija Pía de la Torre. Reconocido por su contribución al periódico El Informador y sus 25 años al frente de Mi Pueblo, De la Torre marcó huella en el periodismo gráfico mexicano.
Con una vida dedicada al arte, De la Torre se mantuvo activo y apasionado hasta el final. Su hija compartió un emotivo mensaje de despedida, destacando la influencia de su padre en su amor por el arte. La familia planea cremar los restos del artista, y Pía expresó su deseo de continuar difundiendo la obra de su padre, incluyendo pinturas, serigrafías y escritos.
Admirador de la sencillez y amante de la lectura de El Quijote, Luis de la Torre dejó un legado artístico que trasciende sus caricaturas, abarcando también pinturas y escritos. Su hija tiene la intención de preservar y difundir este legado, considerando opciones como crear una empresa de diseños personalizados o una plataforma en línea para dar a conocer la obra de su padre y de jóvenes artistas.
Con su partida, México pierde a un ícono de la gráfica y un maestro cuya obra continuará inspirando a las generaciones venideras.
